El dirigente de UGT, Rafael Cañete, ha denunciado "el acoso físico, moral y sexual" que sufren empleados de la empresa Acciona-Ramel, entidad encargada del servicio de limpieza en la planta de Navidul en Trujillo.

Cañete concretó que hay un juicio abierto por un "presunto caso de agresión con connotaciones de violencia de género". Añadió que ayer se presentaron 4 denuncias por "amenazas de acoso y persecución sindical". Además, según el dirigente de UGT, la justicia se ha pronunciado ya en 4 despidos, señalando "3 improcedentes y uno nulo".

UGT también ha solicitado una inspección de trabajo para que "se eviten las coacciones, insultos y amenazas del encargado y de cualquier otro mando". Antes estos problemas, la organización sindical no descarta llevar a cabo movilizaciones en Navidul.

Según Cañate, esta situación viene motivada porque hay trabajadores que han exigido sus derechos fundamentales, petición que "ha derivado en sanciones y despidos".

Por el contrario, un grupo de trabajadores de la misma empresa, no afiliados a UGT, ha desmentido estas acusaciones. Afirma, en un comunicado, que sufre acoso personal, "en especial, del enlace sindical". Además, "sentimos miedo en el trabajo y continuamente amenazados e insultados, por parte de ellos y por el personal de Navidul, debido a que nuestros propios compañeros nos han difamado por la planta".

Este grupo denuncia que el encargado y los jefes de equipo de Acciona-Ramel no pueden ejercer su trabajo porque las tareas se "discuten". Junto a ello, estos empleados argumentaron que se sienten presionados por las inspecciones de trabajo. Por ello, sentenciaron que "han conseguido" desplazar al encargado, hecho que no es la solución.