Nada gané y nada perdí con la elección de alcalde del Ayuntamiento de Sierra de Fuentes. Mi juventud y un movimiento universitario-revolucionario me llevaron a presentarme a la alcaldía, no sin antes ser conocedor desde las filas socialistas de los atropellos que por el alcalde de la época se gestaban y consumaban.

Fui testigo de la dimisión en bloque de tres concejales del PSOE contrarios a la política del entonces alcalde, Alejo Nevado Carrasco. La dimisión de esos concejales me abrió los ojos y las puertas de la concejalía.

Fui testigo contrario a la persecución inquisitorial dirigida por Alejo Nevado, en su época de alcalde y diputado provincial, contra la que era presidenta de la diputación, Pilar Merchán. Se comentaba la esperanza del alcalde-diputado de obtener grandes prebendas onerosas.

Hoy, desde mi puesto de concejal, he sido testigo de dos acontecimientos grandiosos pero tristes para el PSOE y para mi pueblo: La expulsión en bloque por el PSOE de sus afiliados Alejo y Juan Nevado, Esperanza Picapiedra y Valeriano Gibello, por la unión y apoyo a un tránsfuga del PP --Julián Polo-- para interponer una moción de censura el 14-12-05, situación que deja en entredicho al PSOE, partido al que pertenecí. Y también la renovación y retroacción a 1992 de las NN.SS. de Sierra de Fuentes en virtud de una sentencia del TSJEx, al hallar un vicio de nulidad por recalificar Alejo y Juan Nevado, alcalde y concejal, cinco de sus heredades, situación que ha dejado en una irregularidad jurídica las casas construidas desde aquella época.

Desde estas líneas quiero denunciar ante los poderes públicos los hechos que paso a relatar.

Invito al alcalde tránsfuga del PP y sus socios concejales del PSOE a que, con cargo a sus bolsillos, también a los míos y a los de Adrián Guerra, se haga una auditoría municipal para esclarecer mi gestión de alcalde y la situación irregular de las cuentas de Festejos en la época en que el actual alcalde regentaba esta concejalía, por cuya situación se adeudan hoy más de 15.000 euros al empresario taurino Javier Criado.

Que se investiguen los patrimonios del alcalde y el tercer teniente de alcalde --Julián Polo y Alejo Nevado-- pues resulta sorprendente que el primero, en sus 23 años de político, haya adquirido tres pisos (en Cáceres, Islantilla y Casar de Cáceres) así como un vehículo de lujo. Igualmente es sorprendente que Alejo Nevado, en 16 años de mandato de alcalde, haya amasado una preciosa fortuna consistente en piso en avenida de París de Cáceres, chalet en los Castellanos o monte del Casar, piso en Isla Cristina, piso en Madrid donde estudian carrera universitaria sus dos hijos, reformas en la vivienda de avenida de Cáceres en las que figura la polémica piscina construida por Construcciones González Tovar y en la que en el año 2004 se levantó expediente sancionador por obras sin proyecto técnico --expediente que ha costado el puesto de trabajo al arquitecto municipal--, tres vehículos de la casa Volkswagen y Skoda-Audi, a lo que se añade un ritmo de vida a todo tren, respaldado por dos sueldos de maestro de escuela.

Que se investigue y tase el valor pecuniario de la heredad de la consorte de Alejo Nevado denominada El Canto Hincado, con expresión del valor que tenía antes de ser recalificada --en su época de alcalde-- y el importe adquirido de esa recalificación; el porque se permitió esta construcción junto a un regato público, se desvió el camino de Matacastro que pasaba junto a ese predio y con cargo al plan de diputación provincial se desvió la línea de alta tensión que atravesaba ese fondo.

Quiero dejar claro que si los poderes públicos no intervienen contra Alejo y Juan Nevado por un delito de cohecho, tráfico de influencias y prevaricación, yo y quien me quiera apoyar, dentro del periodo de 10 años de prescripción que me otorga el Código Penal, lograré --no lo duden-- el dinero suficiente para interponer acciones oportunas para hacer justicia y entregar al ayuntamiento la retribución penal que le corresponde por los daños dolosos de los hermanos Nevado.

Sierra de Fuentes ve cómo los terrenos por los que esperaba, a cuenta del 40% de sus dividendos, una dehesa de 400 hectáreas (1.505.530 euros), un geriátrico de 60 plazas, una discoteca y un polideportivo cubierto, se pretenden ceder gratuitamente a una empresa privada. No sabemos qué prebendas se esperarán. Todos los demás detalles, al igual que en Marbella, vendrán rodados.