Hoy en día, conservar los alimentos en frío no supone ningún problema, pues para ello existen los frigoríficos y neveras. Pero no hace mucho tiempo estos aparatos no existían y la única solución para esa conservación era la nieve. Y de ello saben mucho, y bien, en La Garganta, pues cuenta con tres pozos de nieve y uno de ellos ha sido incluido, recientemente, en el Inventario de Patrimonio Histórico de Extremadura.

«Estamos contentos y satisfechos por este hecho, porque se pone en valor una herramienta muy importante durante mucho tiempo y ahora se va a conservar mejor y a respetar más», señalaba Juan González, alcalde de La Garganta. En concreto, el pozo que se ha incluido es el conocido como ‘Praopelo’, que tiene una ocupación de unos 200 metros cuadrados. «Se encuentra en perfecto estado de conservación debido a la vegetación salvaje que hay en la zona y a que no se puede acceder a él. Hay otro que le tenemos abierto al público y se puede visitar, y el último está en ruinas», explicaba el alcalde.

En un principio, el pozo lo gestionaba Felipe IV y después pasó a manos de Juan Manuel II, Duque de Béjar, que se hizo con los derechos. La nieve se guardaba en grandes bolas, con un palo en el medio para poder sacarlo «y así hacían una capa de nieve y otra de paja, hasta llenarlo por completo», subrayaba Juan.

Pero además, para el alcalde de La Garganta, este hecho también permitirá «ofrecer un recurso turístico más en la localidad, en la comarca del Ambroz a la que pertenecemos y también en nuestra comarca natural que linda con Béjar y Candelario, a la que siempre hemos estado unidos», sentenciaba. Juan González.