TPtreocupación. Indignación. Impotencia. Los padres del centro educativo Santísimo Cristo de la Salud de Hervás, en su representación en el consejo escolar, denunciamos la situación de nuestro centro. En diciembre se realojó a todos los alumnos de Infantil, seis unidades con alrededor de 125 alumnos, en las dependencias del edificio de Primaria. Han estado el resto del curso con muchas limitaciones de espacio, sin poder realizar actividades de Psicomotricidad o Música, teniendo que quedarse en la entrada del colegio en los recreos con lluvia, con una calefacción muy deficiente. Se llenó de niños hasta la biblioteca. Los pasillos y bajos de las escaleras estaban llenos de mesas y materiales, y el vestíbulo de la entrada con las estanterías de la biblioteca y mesas grandes.

La situación dura ya seis cursos. Desde su inauguración, todo han sido problemas de aislamiento, humedades, goteras, patios inundados, suelos que se levantan y sale agua, ventanas que no aíslan, temperaturas elevadísimas en verano y calefacción insuficiente en invierno, incluso un año se inundó por las lluvias el módulo de Infantil y el colegio se cerró dos días. Las obras que se han realizado no han solucionado nada. ¿Dónde está la responsabilidad de los que mandan?.

Nos remata el hecho de posible derrumbe del techo de Infantil, por lo que se ordena desde la Delegación Provincial el desalojo inmediato. Dos semanas de trabajo durante las vacaciones de Navidad que la dirección del centro asumió sin tener por qué. Promesas de que la obra iba a comenzar, meses que pasan sin respuesta. Por fin, se recibe en mayo el proyecto a ejecutar donde leímos ya fechas concretas, presupuestos y planos. La obra tiene una duración prevista de 80 días, comenzando el día 3 de junio y firmado el proyecto por el mismo arquitecto que diseñó el edificio original el 30 de abril. Coste: más de 180.000 euros. El Ayuntamiento concedió la licencia pertinente rápidamente.

Nos preguntamos dónde han ido a parar esas fechas, esos compromisos. Estamos a mediados de julio y no hay visos. No podemos permanecer callados cuando sabemos que no hay sitio para todos. Este curso volvemos a ser un centro de doble línea con 18 unidades y sólo tenemos sitio en la distribución actual para 17 grupos. No hay tiempo para desalojar las aulas actuales y volverlas a montar para septiembre con el enorme trabajo que supone.

Los padres estamos dispuestos a llegar hasta el final. Nos parece una tomadura de pelo que dura demasiados meses. Estamos convencidos de que no se va a hacer nada, y llegará septiembre y comenzaremos movilizaciones, escritos, paros...

Nuestros hijos no son responsables de la nula diligencia de la Administración en todos estos años, donde se ha proyectado un centro carísimo que no tiene utilidad, ni el diseño es acorde con el precioso entorno que nos rodea. Nadie se hace responsable de nada, cuando sabemos que los mismos que firmaron el proyecto inicial, siguen trabajando actualmente en sus puestos.

Queremos soluciones. Basta ya de promesas. Si no se cumplen, no sirven para nada.