La lluvia no parece querer detenerse en la región lo suficiente como paliar la sequía que viene sufriendo desde hace ya demasiado tiempo. De ahí que el embalse de Santa Lucía, que abastece a nueve municipios de la comarca de Trujillo, siga disminuyendo su nivel, estando en este momento está al 30%, ocho puntos por debajo del nivel que tenía hace casi dos meses. Así lo asegura el alcalde Alberto Casero, quien reconoce que las lluvias de los últimos días «son bienvenidas» pero no han paliado el problema, «ya que el nivel ha subido solo un centímetro, que es más o menos lo que se consume en un día».

Las restricciones en el uso del agua en la comarca hace tiempo que se aplican al riego de jardines privados, huertos y parques públicos, «algo que parece que la gente está cumpliendo y está concienciada», añade Casero.

El pasado 9 de enero los alcaldes de los municipios afectados volvieron a mantener una reunión para analizar la situación y estudiar nuevas medidas ante la situación de alarma por el nivel de la presa. Unas limitaciones que ya eran preocupante cuando el embalse estaba al 46,6 % de capacidad, «por lo que la situación ha empeorado bastante».

Por otro lado, el próximo jueves el presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), Juan Carlos de Cea Azañedo, mantendrá un encuentro en Trujillo con los alcaldes de la comarca, para analizar el estado de la presa, «por lo que entonces quizá se tomen nuevas medidas ante la sequía», avanzó Casero.