"Buenas tardes a todos. Queridos vecinos, familiares, amigos y compañeros. Desde hace siete u ocho meses que me nombraron abanderado de las Fiestas de San Juan 2005, me he imaginado en numerosas ocasiones este momento y os puedo confesar que hasta que no se está aquí en este balcón, no se puede imaginar uno lo que se siente. Se siente nerviosismo por la falta de experiencia y orgullo por ser coriano y querer a esta ciudad. Se siente satisfacción por ser abanderado y haber sido elegido para representaros a todos en estas fiestas y se siente enorme emoción por veros a todos aquí acompañándome a mí, a las reinas y damas y a las peñas". Así comenzó el mensaje de bienvenida que José Antonio Moreno Lucas lanzó desde el balcón del Ayuntamiento de Coria tras ser ratificado su nombramiento como abanderado de San Juan 2005, en un pleno extraordinario el pasado domingo, coincidiendo con el Corpus Christi.

El balcón del consistorio municipal se convirtió durante unos minutos en el escenario de las palabras más emotivas y un "¡Viva San Juan¡" expresado por José Antonio Moreno, que estuvo acompañado por la corporación local al completo --gobierno y oposición-- y los representantes de las peñas más significativas de las fiestas caurienses. Para ellas tuvo palabras de agradecimiento por estar trabajando con él varios meses para diseñar un programa de fiestas que durará del día 23 al 28 de junio.

El obispo de la diócesis de Coria-Cáceres, Ciriaco Benavente, volvió a ser testigo de excepción como cada año, después de oficiar la misa y asistir a la tradicional procesión por las calles del recinto amurallado.

600 kilos de perrunillas

Un total de 600 kilos de perrunillas, 400 litros de gazpacho y 800 litros de ponche es lo que el abanderado de este año ha ofrecido para deleitar al público y agradecer al mismo tiempo su asistencia al nombramiento oficial. Los camareros y camareras voluntarias que repartieron las perrunillas con bandejas y el gazpacho y el ponche con grandes jarras atendieron a un público contento, animado y con el deseo de entrar de lleno en las fiestas. Hasta la madre del abanderado, Juana Lucas, se preocupó de que no faltara nada a nadie y también se encargó de elaborar varios kilos de roscas caseras junto con otras personas para repartir al público.

Los cohetes y la música que trajo la orquesta Missisipi ambientaron un domingo que hicieron sentir más de cerca los Sanjuanes 2005.