"Es un honor ser mayordoma de estas fiestas", comentó ayer Estela Blanco, minutos antes de portar el estandarte para iniciar la procesión del santo San José Obrero, en Rincón del Obispo. Este año, Estela Blanco ha ejercido su cargo a raíz de una promesa que hizo al santo. "Mi hermano tuvo un accidente y dije que si todo salía bien sería mayordoma de las fiestas", comentó

Ocupar esta responsabilidad no es tarea fácil, ya que la mayordoma es la persona que se encarga de elaborar los numersos dulces que después se ofrecen a todos los vecinos de la pedanía cauriense. Ayer, Estela Blanco no escatimó en agasajar al público y ofreció litros de ponche y gazpacho, así como numerosas bandejas repletas de perrunillas, floretas, cañas, roscas, mimos y coquillos. "En número no sé cuántos dulces hemos elaborado pero sé que se han ofrecido muchísimos ya que hemos hecho siete masas", explicó.

Apoyo recibido

Estela Blanco aseguró sentirse orgullosa de realizar esta tarea y resaltó que sin la ayuda de los demás no hubiera podido hacerlo todo. "Quiero agradecer a toda la gente la ayuda que me han prestado", expresó.

Y es que cualquier esfuerzo o trabajo es poco en beneficio de San José Obrero. El gran cariño que los vecinos de Rincón tienen hacia el santo se vió de nuevo reflejado en la tradicional comprar de productos y objetos que donaron otros vecinos. El dinero recaudado se destina cada año para atender cualquier necesidad que en ese momento requiera el santo.

José Antonio Gordo, delegado de la comisión de fiestas, recordó el desgraciado percance que provocó la muerte de un joven de Coria durante la suelta de uno de los toros del sábado y pidió "más precaución", de cara al año que viene.

En cuanto a los demás actos, Gordo mostró su satisfacción por la alta participación del público. "Agradecemos a toda la gente de fuera que viene a ver nuestra fiesta", expresó.