Han tenido que transcurrir 30 años para que la urbanización Las Arenas, en Malpartida de Cáceres, ejecute un proyecto de futuro sobre los 405.000 metros cuadrados que tiene en conjunto esta zona residencial.

Una junta de compensación constituida por los propietarios ha sido el motor para que se lleven a cabo las obras de infraestructuras básicas: redes de residuos y agua potable, calles, acerados y alumbrado público, entre otros, servicios han cambiado la imagen de este núcleo malpartideño, donde más de 300 propietarios tienen establecida su residencia.

La venta de parcelas comenzó mediados los años 70 por acuerdo del consistorio malpartideño, presidido entonces por Juan José Lancho, una decisión que recibió algunas críticas vecinales. Sin embargo, aquellos ingresos en las arcas públicas fueron destinados para mejorar las caducas infraestructuras urbanas, alcantarillado, red de agua potable, alumbrado público y compra de Los Barruecos, que más tarde serían proyectos decisivos para Malpartida.

Hoy, además de tener una urbanización dotada con los servicios fundamentales, costeados por los dueños de las parcelas, aunque el ayuntamiento de la localidad ha aportado el terreno necesario para equipamientos, Las Arenas deja en los fondos públicos unos sustanciosos ingresos generados por IBI.