Dentro de las múltiples propuestas que ha organizado el II Festival de Paisajes, Gestos y Jardines de Trujillo para desarrollar durante este mes, ayer se dieron los primeros pasos para el estudio del mapa emocional de la ciudad. El objetivo es desarrollar la personalidad de los niños a través de su capacidad de captura espacial de los lugares que frecuentan, así como reconocer los vínculos emocionales que promueven una ciudad más abierta y no discriminatoria. Para la consecución de estos objetivos, desde el Centro de Profesores y Recursos de Trujillo, se trabajará con una muestra de unos 250 niños de 9 a12 años de los colegios Las Américas, M de la Paz Orellana y Sagrado Corazón de Jesús, para analizar su representación mental de los espacios más relevantes del lugar en el que habitan. Se trata de un trabajo pionero en la región sobre las dimensiones afectivas de los menores en torno al paisaje cultural de la ciudad, expresado en su medio construido, en parques y jardines y en el berrocal que la rodea. Según sus organizadores, la Fundación Xavier de Salas, Adenex y Fundación Extremeña de la Cultura, los lugares producen "una activación emocional y una parte relevante de nuestros sentimientos quedan adheridos a los lugares donde ocurren".