De nuevo arrecian las criticas en Malpartida de Cáceres por la falta de seguridad vial en la travesía de la N-521 a su paso por la localidad, donde además de viviendas en ambos lados de la calzada existen establecimientos hosteleros.

De los tres semáforos que regulan la circulación, dos de ellos permanecen averiados e incrementan el riesgo para los peatones en esta zona, teniendo en cuenta que los conductores no respetan el límite de 50 kilómetros por hora establecido desde la rotonda de Las Arenas hasta el final de la travesía. Además, sólo existe un paso de peatones.

La peligrosidad de este tramo ya fue constatada por la Jefatura Provincial de Tráfico en los años 1989-1990, y ratificada por la DGT. En el informe destaca el alto índice de peligrosidad con antecedentes de colisiones entre vehículos y atropello de peatones, llegando incluso a producirse víctimas mortales en este punto negro detectado por Tráfico.

En la longitud aproximada de 1.000 metros que tiene la travesía, el volumen de tráfico soportado era en los años 1989-90 superior a los 2.300 vehículos diarios, en ambos sentidos.

Con estos datos, la DGT encargó un proyecto de mejora realizado hace unos años que contemplaba la instalación de controles de velocidad, alumbrado y señalización horizontal, vertical y semafórica. El Ayuntamiento de Malpartida aportaba para la obra civil 9.671.253 pesetas y la DGT 9.837.296 para la señalización.

Este proyecto ha quedado obsoleto e insuficiente para mejorar la seguridad en el tramo, donde continúan los mismos riesgos.