El público respondió ayer con ganas y con creces a la XX matanza tradicional celebrada en Alcántara, en la que se dio buena cuenta de 1.500 kilos de carne de cerdo. El objetivo de esta convocatoria, que cada año reúne a multitud de participantes, no es otro que preservar para las generaciones venideras los usos y costumbres ancestrales del pueblo extremeño.

La jornada comenzó a las nueve de la mañana con migas con café y aguardiente que permitieron calentar el cuerpo ante el frío de las primeras horas. Ochenta voluntarios hicieron posible esta cita preparando los guisos que los asistentes saborearon (morros, patatas con carne...), al precio de tres euros para los cuatro platos que se ofrecieron a lo largo del día. Pero además fue una matanza didáctica, en la que el propio alcalde, Luis Mario Muñoz, realizó las funciones de maestro matancero explicando los distintos pasos. Y a la vez se convirtió en una actividad solidaria, ya que el dinero recaudado por el ayuntamiento se destinará a crear un empleo durante un año.

La jornada se completó con una ruta por el paraje de El Muelle, talleres infantiles, tómbola solidaria, un festival de teatro de integración y verbena.