El Ramadán del año 1428 de la Hégira comenzó el 13 de septiembre para más de 5.000 magrebís que residen en el Campo Arañuelo que practicarán el ayuno y una serie de celebraciones y rituales hasta el próximo 12 de octubre.

El Ramadán es el noveno mes del calendario musulmán, en el que los practicantes realizan un ayuno diario desde la salida hasta la puesta del sol. Ramadán significa ayuno y la Hégira conmemora el traslado de Mahoma y la primera comunidad de musulmanes desde La Meca a Medina en el año 622 de la era cristiana.

"Celebramos la fiesta con reuniones en la mezquita de Talayuela y numerosas actividades", explica Abdellah Errguig, portavoz de la asociación de inmigrantes Annour.

El calendario islámico es lunar y los meses comienzan cuando es visible el primer cuarto creciente después de la luna nueva. El año en el calendario lunar es 11 o 12 días más corto que en el calendario solar, por lo que las fechas no coinciden todos los años con las del gregoriano. Por eso el Ramadán no tiene unas fechas fijas y el próximo año se celebrará del 2 de septiembre al 1 de octubre. Durante todo el mes los musulmanes practican el ayuno y una serie de rituales que han ido variando con el paso del tiempo.

"Tenemos que aceptar el cambio social y de tradiciones", explica Errguig, que trabaja en un sindicato.

En el secadero de tabaco que hace las veces de improvisada mezquita de Talayuela los magrebís ratifican su fe hasta cinco veces al día. Talayuela (9.355 habitantes) tiene una población de 2.460 ciudadanos de origen magrebí, es decir, el 26% del censo.

Este municipio es el eje sobre el que gira toda la actividad musulmana en la zona, pero no el único: Navalmoral de la Mata (17.300 habitantes) tiene censados 1.932 inmigrantes de los que la mayoría son magrebís, y otros municipios como Saucedilla, Majadas de Tiétar o Rosalejo suman en conjunto otros 560 que suponen entre el 15 y el 20% del censo de cada población.

El Corán es un modo de vida en Talayuela y su zona, donde hay una sola mezquita pero varios imanes. Yahya Benaouda, de 36 años, es el imán suplente porque el que ejerce desde hace años es Mohamed Laaraj.

"El ayuno y los rituales no los practican ni mujeres embarazadas, ni niños, ni las personas mayores", explica el portavoz de Annour. Para los musulmanes no resulta fácil la adaptación a la cultura europea; por eso se ha conformado un nuevo tejido comercial a nivel local y han proliferado bazares, establecimientos de alimentación, locutorios telefónicos, carnicerías e, incluso bares, que son regentados por ellos mismos. El Corán prohíbe la ingesta de alcohol, y el sacrificio del cordero es el resultado de un ritual que sólo pueden practicar los nativos.

Los principales municipios del Campo Arañuelo son, durante este mes, un desfile de hombres con chilabas y turbantes camino de la mezquita. El fin del Ramadán es una fiesta en la que cada hombre se desayuna temprano, se ducha, viste la mejor de sus prendas y se rocía de perfume para dirigir alabanzas a su Dios.