El alcalde de Riolobos, José Antonio Delgado, expresó ayer su preocupación por el estado en el que se encuentra la carretera que se denomina El Cordel de las Merinas, que une el pueblo con Galisteo. Esta vía, que es una antigua cañada, presenta actualmente en sus ocho kilómetros de distancia notables baches y desperfectos, aunque el tramo más transitado "afecta en concreto a casi tres kilómetros y medio", matizó el alcalde.

El arreglo de este camino, el único que une a ambos municipios, compete a la Consejería de Infraestructuras y Desarrollo Rural, a quien el alcalde lleva tiempo solicitando dichas mejoras.

"El 90% de nuestros agricultores circulan por esta carretera porque es donde está todo el regadío", explicó José Antonio Delgado, que al mismo tiempo recordó que los agricultores de la zona están muy enfadados. "Me han manifestado que como no se hagan los arreglos pronto, tienen pensado cortar la carretera a principios de año", afirmó.

HAY DINERO El alcalde, que también participará en dicha manifestación junto con los agricultores, aseguró que la consejería de la Junta ha presupuestado una partida de 96.161 euros para este año, pero dijo estar preocupado ya que va a empezar septiembre y "aún no vemos ninguna máquina trabajando". Si la carretera sigue así, el año que viene se avecina otro problema puesto que Galisteo abrirá el nuevo instituto y los jóvenes de Riolobos utilizarán dicha carretera para ir a estudiar.

Este diario intentó recoger la opinión de la Consejería de Desarrollo Rural pero sus responsables no se han pronunciado.