Una roca procedente de un asteroide entró esta pasada noche a 85.000 kilómetros por hora en la atmósfera terrestre sobre el noroeste de la provincia de Cáceres, una bola de fuego que se extinguió muy cerca de la provincia de Badajoz.

La enorme velocidad hizo que la roca se volviese incandescente, lo que generó una brillante bola de fuego que puedo ser divisada a más de 500 kilómetros de distancia, según ha informado este miércoles la Fundación AstroHita, organización no gubernamental que trabaja en la difusión científica de la astronomía.

El fenómeno pudo ser grabado por los detectores de la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa que opera en el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo).

La roca, que entró a la atmósfera terrestre a una altitud de unos 91 kilómetros, avanzó en dirección sureste, extinguiéndose a unos 35 kilómetros de altitud, muy cerca del límite entre las provincias de Cáceres y Badajoz.