Nunca llueve a gusto de todos. Y es que el agua fue la gran protagonista de la Romería del Santo celebrada ayer en la ermita de San Bartolomé de Miajadas y en los aledaños de la zona.

Como manda la tradición, el Lunes de Pascua, cientos de vecinos de la población tienen por costumbre reunirse en este lugar para pasar una jornada de convivencia. Pero este año, muchos de esos vecinos eligieron las casas de campo para celebrar este día, ya que no paró de llover. Por ello, "en esta ocasión ha habido menos personas", afirmó una vecina, ya que "la lluvia ha deslucido todo y ha hecho que algunos amigos no se hayan movido de casa o se hayan ido a otro sitio bajo techo".

Un acto programado que sí se realizó fue la tradicional misa. Después, debido al diluvio , no se pudo llevar a cabo la popular procesión de San Marco y de la Virgen de la Consolación por los alrededores de la ermita. Pero aunque no salieron los pasos, sí se celebró la subasta de los brazos de las imágenes.

Tampoco faltaron algunas casetas y puestos de comida, que, como cada año, contribuyeron a amenizar la jornada festiva.

Los jóvenes de la localidad empezaron este día de fiesta local la noche del domingo y continuaron ayer con la celebración.