Los trabajadores y usuarios del Centro de Salud de Coria se congregaron ayer a las puertas del edificio para reivindicar la construcción inmediata de un nuevo centro de salud. Esta protesta, que se mantuvo durante 10 minutos se repetirá cada jueves desde las 11.50 hasta las 12 horas. Rocío Serrano, que lleva 21 años trabajando como enfermera en Coria, aseguró que las dependencias que se construyeron hace más de 30 años, "ya no cumplen ninguna normativa", dijo.

Explicó que el incremento de trabajadores, así como la población que se atiende de 15.000 habitantes ha obligado a hacer reformas, pero nunca se ha hecho una ampliación por falta de suelo. La situación se agravará en breve ya que a los cinco pueblos y dos pedanías que atiende el centro se incorporarán dos más y se espera que a los 30 empleados de ahora se sumen dos médicos nuevos. "No sabemos dónde los vamos a meter", aseguró.

El edificio presenta numerosas deficiencias como la existencia de rejas en todas las ventanas. "Si hay un incendio eso es una ratonera", aseguró Serrano. Además, aún hay barreras arquitectónicas y los médicos se ven obligados a compartir salas para pasar las consultas.

Mercedes Padilla, responsable de Cemsatse en Extremadura, asistió a la protesta y dijo ayer que el nuevo centro de salud "es una necesidad imperiosa".