El Seprona descarta los vertidos tóxicos como causa de la mortandad de peces en el río Tajo, a su paso por Romangordo. En cambio, los resultados de las investigaciones de la Guardia Civil apuntan a la eutrofización de las aguas (enriquecimiento en nutrientes de un ecosistema) como causa.

Según recoge la agencia Europa Press, un equipo del Seprona se trasladó a la zona cuando se tuvo conocimiento de la aparición de una gran cantidad de peces muertos en el paraje denominado Playa de Extremadura del río Tajo. Los agentes del Seprona localizaron en ambos márgenes del río, en el paraje y más concretamente en la desembocadura del arroyo La Garganta, aguas arriba de este arroyo y en el embalse de Arrocampo, cadáveres de diversas especies piscícolas (barbo, carpa, black-blass, lucioperca y percasol).

De manera inmediata --explica la Delegación del Gobierno-- se procedió a realizar análisis del agua en varios puntos obteniéndose unos parámetros básicos que en determinados los puntos analizados arrojaron unos resultados de calidad de las aguas como no aptas para la vida de los peces; en concreto se detectaron concentraciones de oxígeno inferiores a 3 mg/l de O2.

Las investigaciones del Seprona "permitieron comprobar la existencia de una gran cantidad de materia orgánica en suspensión en las aguas, lo que favorece el crecimiento de las algas, lo cual es indicativo de un proceso de eutrofización de las aguas, proceso natural en el se consume gran cantidad de oxígeno, ocasionando mortandad en la fauna piscícola de la zona".

En este mismo embalse, así como en otros puntos de los ríos extremeños, se han detectado fenómenos de eutrofización con anterioridad. Por último, los análisis realizados en las aguas de la zona afectada descartan la existencia de cualquier tipo de vertido tóxico en las mismas.