María Jesús Rey, matrona del Centro de Salud de Coria, asegura que no pertenece a ninguna tribu, a ninguna secta, ni tampoco sufre ninguna enfermedad cancerígena. Esta aclaración la hace, según ella, porque está convencida que una parte de la sociedad relaciona el pelo muy corto con algunas de las situaciones citadas. Por eso, para acabar con este rol "equivocado" y que crea serios problemas psicológicos a muchas mujeres que ella trata, ha decidido raparse la cabeza al tres y desprenderse de la melena que la ha acompañado durante 18 años.

La principal razón: "Transmitir que lo importante es la persona, que vivimos en una sociedad que le da mucha importancia al físico, pero por encima de cualquier cosa lo que vale es el ser humano, tengas pelo o no tengas pelo, seas guapa, seas más fea, seas gorda o seas delgada. Tu autoestima tiene que estar en ti como ser humano y por lo que puedes transmitir a la sociedad en la que vives", asegura.

Una decisión difícil

La decisión de adoptar esta nueva imagen, similar a la que hace poco pudo verse en televisión por parte de la deportista Blanca Fernández Ochoa en solidaridad con su hermano Paco, enfermo de cáncer y que falleció,"no ha sido fácil", confiesa. María Jesús reconoce, incluso, que la decisión le ha causado estrés. "Cuesta romper el molde, pero el entorno está siendo muy favorable", añade.

Su trabajo como matrona hace que cada día viva situaciones en las que ve a madres que "lo pasan muy mal" tras sufrir alopecia por distintos motivos tras el parto. Incluso, hay mujeres que ante la caída del cabello han requerido tratamiento psicológico. "Hay mujeres que se han ido a Cáceres y Badajoz buscando dermatólogos y especialistas, lo que demuestra la gran importancia que le dan al pelo".

Ayudar a otras mujeres que sufren alopecia es lo que la ha llevado a dar el primer paso para promover una campaña a favor del pelo corto. Por ello, una de sus pretensiones es agrupar a mujeres que estén dispuestas a cortarse el pelo y fotografiarse en carteles para difundirlos por pueblos y ciudades. "No pretendo que todo el mundo se corte el pelo, sino que la gente vea que el pelo no lo es todo", afirma.