Adenex (Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura) insta a la Junta a no permitir las obras en el jardín anexo al palacio Juan Pizarro de Aragón, de Trujillo, por ser uno de los poco ejemplos de diseño romántico de la región.

Según recoge la agencia Efe, el presidente de Adenex, José María González, aclara que todavía se espera que la Consejería de Cultura y Turismo tome una decisión, pero recuerda que la ideal original del ayuntamiento trujillano consistía en pavimentarlo al completo con cargo al Plan E, aunque el proyecto se paralizó.

Adenex subraya que el ayuntamiento pretende destinar este jardín a graderíos para fiestas e integrarlo en la vía pública.

La partida presupuestaria de la obra ha sido prorrogada y el ayuntamiento tiene que presentar un proyecto formal en la Mesa de Urbanismo, que cuente con el visto bueno de la Junta.

Según Adenex, los dos anteproyectos que han planteado inicialmente "siguen siendo un atentado contra el patrimonio". "Todavía estamos a tiempo de frenar la pérdida irreversible de este marco cultural e histórico", que, según García, ya sufrió daños en la vegetación cuando se iniciaron las obras el año pasado, así como el derribo del cerramiento de cantería de granito y la verja de forja antigua.

"Se creen que vamos de salvadores de árboles", precisa el presidente de la organización, "pero hablamos de un entorno paisajístico singular, como es este jardín romántico del siglo XIX".

En esta línea, resalta que podría ser un "buen campo de trabajo para historiadores, arqueólogos, botánicos, etcétera".

El edifico, incluido el jardín, pertenece a la Junta, aunque ha cedido su uso al municipio, según el presidente de Adenex, que advierte que "no se puede segregar una parcela pública, sin cambiar de propiedad, como ha pretendido hacer el ayuntamiento".