La subasta de ganado ovino celebrada ayer en la Institución Ferial de Trujillo cumplió las expectativas. De las 977 cabezas presentadas, 943 fueron vendidas en este certamen. Esta compra generó 253.400 euros. Tan sólo quedaron desiertos 32 machos de merino. El animal que más caro se vendió en esta subasta, con 500 euros, pertenece a la raza Fleischschaf, de la ganadería de Mario Mera Gómez Bravo.

Con estas cifras, para el responsable de la Federación Española de Asociaciones de Ganado Selecto, Feagas, Antonio Fernández, la subasta de ovino cumplió con lo esperado y lo importante "es que se ha vendido prácticamente todo".

LENGUA AZUL La subasta de ovino y la que se lleva a cabo hoy de ganado vacuno se celebra en esta fecha en Trujillo debido a que no se pudo realizar en la Feria Agroganadera de noviembre por la imposibilidad de mover cabezas de ganado vivo por culpa de la enfermedad de la lengua azul. Actualmente, aunque siguen las restricciones por parte del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación, sí se puede mover el ganado en zonas restringidas.

Por este motivo, el director general de Explotaciones Agrarias de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Antequera, presente ayer en la Institución Ferial de la ciudad, manifestó que la celebración de esta subasta es "un mensaje de tranquilidad y normalidad" para todos los ganaderos, compradores y consumidores, en clara alusión a esta enfermadad animal.

Antequera afirmó que la Administración regional había invertido unos 8 millones de euros para combatir la lengua azul mediante la contratación de 150 veterinarios y la implantación de controles para hacer pruebas sanitarias y detectar la enfermedad de una forma más rápida. También agradeció "el esfuerzo y la responsabilidad" de los ganaderos extremeños en la campaña de vacunación.