Esta pequeña historia va destinada a todas aquellas personas que alguna vez hayan estado en la misma situación que yo, que han sido un parado.

Vivo en una de las zonas más bellas de Extremadura, el Valle del Jerte. La situación aquí no es muy boyante para la gente joven, cada vez somos menos, hay poco trabajo y nos tenemos que marchar fuera. Pero, bueno, la historia que os voy a contar es tan fea, tratándose de lo que trata (trabajo), que la verdad no sé cómo hay personas que todavía hacen estas cosas. La cuestión es que fui a Plasencia a buscar trabajo y me dirigí a eso que se llama Sexpe, que no valía para nada cuando se llamaba Inem y ahora vale todavía menos. Allí vi en un tablón de anuncios que se iba a necesitar personal para un nuevo balneario en la zona del Valle del Jerte. Envié el currículum, rellené el formulario y, bueno, esperé a que me llegase alguna carta.

Cuando se está parado los días se hacen interminables y, si además tienes familia, los problemas crecen. Al cabo de casi un mes, recibo una carta citándome a una entrevista para dentro de unos 25 días, para una especie de primer contacto. Muy bien, vamos a esa entrevista, nos preguntan, nos conocen y nos dicen que nos vayamos a casa a esperar a recibir otra carta para una segunda entrevista. El parado se hace ilusiones; si le han llamado para la primera es que tiene posibilidades para trabajar en el balneario. Pasados casi 30 días o más recibe el parado otra carta citándole a otra entrevista para dentro de por lo menos otros 25 días. Desde el principio ya han pasado casi 3 meses y medio. Pero bueno, el parado tiene ilusión de trabajar allí, porque le cae cerca de casa y no tendrá que marcharse fuera y dejar a su familia. Después de realizar la segunda entrevista le dicen al parado que en el caso de los últimos elegidos (que entre ellos está él), se cogerá a uno y se le comunicará por teléfono, tanto si es elegido como si no. Bueno, el parado ha superado casi todas las pruebas, ahora a esperar la llamada de la esperanza.

El tiempo pasa y el parado empieza a ponerse nervioso, pero tiene paciencia... Al cabo de mucho tiempo decide llamar a ver qué pasa. En el Sexpe no saben nada. Vuelve a llamar pasados unos días y le dicen --aquí está lo bueno--: "Señor, si en el plazo de tres días usted no recibe ninguna llamada se dé por no seleccionado".

Bueno, el parado ya no puede más y decide llamar él para averiguarlo antes... y qué es lo que escucha... La persona encargada del personal le comunica que... "No hemos cogido a nadie, hemos contratado a una persona que ya estaba trabajando en la obra en construcción y no hemos cogido a nadie de las entrevistas... pero no se preocupe lo tenemos en nuestra base de datos... gracias". El parado se viene abajo, todas sus ilusiones y esperanzas se evaporan, pero lo peor de todo es haberse sentido burlado por personas sin sentimientos y al final se tendrá que marchar de su tierra. Ese parado soy yo... Jesús Quesada Moralo y mi indignación es tal que tenía que contárselo a alguien. Se han burlado de mí y de todo los demás chicos que hemos estado con la esperanza puesta en nuestra tierra.