Si algo no se debe perder en el tiempo son las tradiciones de los pequeños municipios, que escriben la historia de una localidad, hacen que persistan las costumbres y mantienen el interés de los vecinos y visitantes. Un ejemplo de ello son las celebraciones de los Quintos, esas generaciones de jóvenes que, fieles a las tradiciones, quieren seguir manteniendo lo que hacían sus padres, abuelos y bisabuelos, muchos años atrás.

Esta Navidad, el protagonismo en la localidad de Albalá será para 19 jóvenes, 12 chicas y siete chicos, que han cumplido, o cumplirán, 19 años en este 2019. Son la generación del año 2000 y seguro que muchas costumbres y tradiciones solo las conocen por haberlo escuchado, pero su interés por mantenerlas ha hecho que durante todo este año se juntaran y realizaran numerosas actividades para conmemorar estos Quintos «que son una vez en la vida y estamos deseando, desde que somos pequeños, que llegue nuestro año para celebrarlo», señalaba María Fernández, tesorera y una de las chicas de los Quintos 2019 de Albalá.

Animar y dar unión

La función de los quintos, cuyo único requisito es tener familiares que sean nacidos en Albalá, es durante todo el año, especialmente en verano, «pues animamos a todo el pueblo a celebrar las fiestas patronales de San Joaquín y así dar unión al pueblo». Por ello, los Quintos 2019 «invitamos a todos los vecinos a que se sumen a nuestras celebraciones y participen y disfruten con nosotros estos días de fiesta y demostremos que somos un pueblo unido», explicaba la tesorera.

Sin duda, los días más especiales de esta celebración son los días 24, 25, 26 y 27 de este mes «cuando salimos con Las Tablas», además del día de Nochebuena, cuando se hace una hoguera por la noche. Las Tablas son, como su nombre indica, unos tablones de madera decoradas con arcos de flores y lazos de colores, pan y naranjas «que simbolizan la tradición que se sigue en Albalá, ya que antiguamente solo tenían eso para comer». Las llevan sobre la cabeza: «Salimos el día de Navidad y los dos días siguientes en una ruta por el pueblo, en la que los vecinos nos acompañan con castañuelas, tambores, panderetas y cantando canciones tradicionales de Albalá», resume María.

Destaca el traje típico

Además, en estos días se podrá ver a los quintos ataviados con el traje tradicional de Albalá. «Las chicas llevamos un refajo con camisa y corpiño o pañuelo de 100 colores, medias y enaguas. Los chicos, pantalón negro, fajín rojo, camisa blanca y chaleco negro con un pañuelo y sus iniciales bordadas a la espalda. Además, muchos vecinos, sobre todo los pequeños, también se visten con sus trajes estos días y el último día de Las Tablas se da opción a familiares para poder coger Las Tablas con los quintos», subrayaba María Fernández.

Quieren disfrutar al máximo: «Ser quinto pasa muy rápido y todos tenemos sentimientos encontrados porque estamos esperando mucho tiempo a que llegue nuestro año. Se nace queriendo ser quinto. La Navidad es momento de reencuentro entre familiares y amigos y no queremos que se pierda esta tradición y estos valores que defendemos de unión, compañerismo, historia y tradición popular», sentencia María.