Uno de los muchos motivos por los que las pequeñas poblaciones siguen siendo importantes hoy en día es por la infinidad de actividades y tradiciones con las que cuentan, que solo tienen ellos y que si no se siguieran realizando, dejarían de existir. Un ejemplo de ello es Cabezuela del Valle, que un año más, el pasado fin de semana fue fiel a su tradición y celebró la Caída de la Hoja, enmarcada dentro de la ‘Otoñada’.

Más que una fiesta

Pero es que la Caída de la Hoja es algo más. Es ese momento en el que los vecinos se juntan para enseñar a visitantes y al resto de los comarcanos, cómo se hace la matanza en la localidad, qué se utiliza, cómo se condimenta y cómo se trabaja. Sin duda, todo un espectáculo culinario digno de ver y conocer.

Pero también hubo mercado artesano y degustación de gastronomía típica de la localidad, que seguro gustó a propios y extraños. Además, estuvo presente el cocinero Antonio Granero, dirigiendo el tradicional concurso de cocina pastoril. No faltaron tampoco los calbotes.

Y durante toda la jornada sonaron canciones típicas y extremeñas por todos los rincones, pues participaron de la fiesta la Asociación Cultural El Cantillo y el grupo del Hogar, Zangaena y Los Jarentinos. Y todo terminó con el concierto del grupo Secreto Ibérico.

Vecinos y comarcanos ya están descontando días para volver a vivir esta fiesta en la ‘Otoñada’ del 2020.