Trujillo vive su semana más abrupta en cuanto a la pandemia se refiere, desde que terminó el estado de alarma. Desde el martes, han sido cinco los casos positivos confirmados por PCR los que se han registrado en la ciudad, todos ellos, pertenecientes al brote declarado ayer en una agrupación familiar, que comenzó con el contagio de un trabajador de un supermercado.

Realizado el seguimiento y las PCR a sus contactos estrechos, dos familiares resultaron positivos, además de una persona de su entorno laboral que se contabilizó ayer y un nuevo caso relacionado que ha desvelado esta mañana José Antonio Redondo, alcalde de Trujillo.

De ellos, solo uno ha requerido de hospitalización, aunque Redondo ha aclarado que no es a causa del virus, sino por otro motivo. Los demás se encuentran en aislamiento domiciliario.

Por otra parte, existen otros cuatro casos independientes, que son los que más preocupan al edil, dado que no se sabe de donde proceden, porque no guardan relación con ningún otro positivo y “resulta desconcertante”, ha asegurado.

Como medida principal, se extremarán las labores de desinfección como se hacía al inicio de la pandemia, sobre todo en zonas concurridas, como establecimientos o zonas más transitadas, para lo que se contratarán varias personas que reforzarán la labor de la UTE, que no puede acceder a todos los puntos necesarios.

Además, el alcalde ha repetido el llamamiento de las últimas semanas. “Debemos extremar la precaución y las medidas de seguridad, sobre todo la distancia social” y ha apelado a la solidaridad ciudadana, señalando que “no se debe tratar a las personas afectadas como si fueran culpables de algo. Simplemente les ha tocado y es cuestión de confinamiento y paciencia”.

Con respecto a la celebración de las fiestas patronales, cuyos actos religiosos comienzan hoy, el dirigente ha confirmado que se extremará la vigilancia por parte de la policía local y de la guardia civil, ya que, a pesar de haberse suspendido todos los actos lúdicos, “son fechas muy propias para saltarse las normas”, ha declarado.

Del mismo modo, ha pedido responsabilidad a las personas que participen de las celebraciones religiosas, concentradas en el templo de San Martín. “No me preocupa tanto el aforo del interior, sino los contactos que se puedan dar en la entrada y la salida”, ha confesado.

Por último, Redondo ha reconocido que “lo peor está por llegar con la llegada del otoño”, por lo que “no podemos dejar que este asunto se nos vaya de las manos”, ha sentenciado después de destacar la “suerte” que la ciudad ha tenido hasta ahora por las reducidas cifras de contagio.