Los parasoles de ganchillo, realizados con plásticos reciclados, tienen las horas contadas en la localidad de Valverde de la Vera, pues en unos días serán descolgados de las calles del municipio y guardados para mejorarlos y que estén en perfectas condiciones para el año que viene.

Tras varias semanas expuestos al sol, a la lluvia y al viento, los numerosos parasoles de ganchillo, que han adornado durante el verano las calles más céntricas de Valverde, van a ser retirados, por lo que quien lo desee tiene unos últimos días para poder visitarlos. Durante estas semanas han cumplido su función de ser «una obra de arte expuesta en la calle y realizada por las mujeres de la localidad» y también ha servido «para proteger del sol a los vecinos y turistas que se han acercado hasta el municipio para contemplarlos y disfrutar de estas obras de arte», que es el objetivo que tiene este proyecto, Tejiendo la calle, ideado por la diseñadora Marina Fernández.

Por séptimo año consecutivo se han podido ver estas obras de arte, tamaño XXL, con los motivos o representaciones de las labores realizadas tradicionalmente en la zona. Están realizados con material plástico, bolsas de la compra o plásticos de embalaje que las tejedoras transforman en largas tiras que son tejidas después. Son piezas ligeras, impermeables y ocupan poco espacio, con lo que son guardadas fácilmente.

Este año, además, se han recuperado los picaos de los trajes tradicionales que las mujeres se ponían en carnavales. Este proyecto genera «turismo en cantidad» durante el verano en Valverde de la Vera y es «un orgullo que el proyecto continúe adelante y que consigamos, cada año, darle la importancia que tiene», explicaba la alcaldesa Esperanza Mayero.