Los vecinos de Ibahernando llevan casi seis meses sin agua potable en la red de suministro municipal, según confirmó su alcalde, Francisco Giraldo, quien explicó que el problema procede de la existencia de "una especie de alga muy resistente" en el pantano de Santa María, del que se abastece el pueblo desde julio.

"Hemos intentado eliminarlas con productos químicos para que el agua tenga los parámetros adecuados, pero es imposible. La culpa de la calidad que tiene el agua y de que no sea potable es de estas algas", dijo.

De momento, los vecinos tienen que comprar agua mineral para el consumo humano, aunque algunos dicen que también la usan para lavar "porque la del grifo huele mal". Además, la situación podría agravarse a corto plazo, ya que el pantano sólo podrá abastecer al pueblo "durante un mes y medio más".

El alcalde aseguró que se ha puesto en contacto con la Junta y con la Confederación Hidrográfica del Tajo para hallar una solución y afirmó que la Administración regional pretende instalar una depuradora nueva, "aunque creo que eso no va a arreglar el problema". También se estudia la posibilidad de ampliar el pantano de Santa Lucía.

"El problema se está extendiendo a otros pueblos y desde la mancomunidad hemos contactado con el Ministerio de Fomento y la Dirección de Infraestructuras para buscar nuevos acuíferos", dijo el edil, que no descartó comprar el agua por cupos o por cisternas si la situación perdura.

El problema se originó en junio, cuando los siete pueblos que se abastecían del pantano de Santa Lucía tuvieron que renunciar a este servicio por la falta de agua en este embalse.