El Ayuntamiento de Collado de la Vera ha colocado un cartel en la piscina natural de Las Pilas, ubicada en plena garganta de Pedrochate, en el que se advierte que el agua no es apta para baños. Los motivos de la contaminación acuífera que al parecer se registra en aquel lugar está motivada por los vertidos de los colectores de las aguas residuales de Garganta la Olla, que desembocan nada más rebasar el lago Alonso Vega de Jaraíz.

La alcaldesa de Collado, Monserrat Fernández, no dudó ayer en catalogar de "grave y perjudicial", para el turismo de su pueblo el hecho de que el agua de las pilas esté contaminada, según el informe que la Junta de Extremadura ha remitido al consistorio collaejo.

Por lo que respecta a las acciones que emprenderá el Ayuntamiento que preside Fernández, esta adelantó que "nos dirigiremos a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), con el fin de que a la mayor brevedad posible, si no construyen una depuradora, que por lo menos los vertidos de las aguas residuales se efectúen, una vez rebasada la piscina natural de Las Pilas".

No obstante la edil señaló que "la solución definitiva pasa por instalar una depuradora". Al mismo tiempo reconoce que la decisión de colocar un cartel advirtiendo del estado de las aguas, "es algo que va en contra de mí misma y del pueblo en sí, pero tampoco podemos arriesgarnos a que alguien se bañe y se ponga enfermo".

Nunca ha ocurrido "nada de esto, pero eso no es suficiente para pensar que no va a suceder, máxime teniendo en cuenta que la consejería de Sanidad y Dependencia ha hecho una serie de analíticas, que dan un alto nivel de salmonela".

PUESTOS DE TRABAJO Por su parte la arrendataria del chiringuito que hay ubicado junto a la piscina natural de Las Pilas, Petra González, aseguró a este diario que tras la advertencia del cartel, "la gente que baja se da la vuelta y se marcha, sin tomar nada. Si todo fuera normal ahora mismo podríamos estar trabajando aquí entre tres y cuatro personas. Sin embargo estoy yo sola y no he vendido nada en toda la mañana".

González confesó además que la situación la está afectando de forma negativa en su estado anímico, "ya que no voy a sacar ni para la luz, y el Ayuntamiento no me quiere perdonar la renta, que asciende a 2050 euros". También se queja de "que no han cortado las zarzas que invaden la carretera. Aquí parece que solamente tenemos deberes y no derechos".

Por último señala totalmente convencida que "cuando alquilé esto por cinco años, si sé lo que va a ocurrir con el agua, no lo arriendo a ningún precio".