Cuenta Villa del Rey con un caserío modesto, con casas de una o dos plantas, hechas en mampostería enfoscada y cubiertas de tejas árabes. Además, desde la carretera Brozas-Alcántara se aprecia un bonito bohío, bastante bien conservado y de los que abundan tanto en la zona.

Su monumento principal es la parroquia de Santiago, que tiene una curiosa torre. Se trata de un edificio renacentista del siglo XVI, con dos partes bien diferenciadas, tanto en su estilo como en sus materiales. El presbiterio es de sillería y se cubre con bóveda de terceletes, mientras que la nave de mampostería se cubre con bóveda de cañón ligeramente apuntada con lunetos estructurándose en tres tramos separados por arcos tajones apuntados. En el lado de la epístola hay adosada una capilla, cubierta con bóvedas de cañón, y la torre.

Señalar asimismo que la planta general del templo parece de principio del siglo XVI. Hacia 1535 se levantaría el presbiterio y a fines del XVI o inicios del XVII se harían varias reformas, como la cubierta de la nave, coro y la portada de los pies. Su interior guarda un pequeño retablo rococó que cobija una imagen de Crucificado del siglo XVI, pero la pieza más destacada es su retablo Mayor, una obra del último cuarto del siglo XVI. En uno de sus huecos y en una capilla lateral del lado de la epístola se conserva una importante pintura al fresco, tradicionalmente atribuida a Juan de Ribera.

ORFEBRERIA El interior del templo cobija además varias piezas de orfebrería religiosa entre las que hay que destacar tres piezas de plata: un cáliz en su color, una cruz procesional y una custodia de sol en su color.

Al margen de la iglesia, destacar los molinos de Cabra, el del arroyo Jartín, así como el que se encuentra aguas arriba del embalse García.

Tampoco hay que olvidar la charca de Belvís y la dehesa, en las que observar las aves que viven alrededor de las charcas: garzas, garcetas, grullas y cigüeñas.

Decir, igualmente, que Villa del Rey posee una de las presas más antiguas de la comarca: García, datada en 1764, donde se pescan tencas y pardillas, además de servir como lugar de baños. También está la presa de Barroso, de 1850, convertida en explotación piscícola. Otro lugar de pesca es el arroyo de Jartín, bastante seco en verano.

Situado en un llano, Villa del Rey tiene dos grandes superficies muy diferenciadas: por una parte los llanos, situados entre una altitud de los 300 a 400 metros, y, por otra, el paraje ondulado de los riberos con riachuelos que van a morir al Tajo. Años atrás tuvo canteras de pizarra y de piedras berroqueñas o graníticas.