La boda de Alvaro Rojo Quintana y la psicóloga, Ana Villarrubia, revolucionó este fin de semana La Vera, especialmente Jarandilla y Cuacos de Yuste, al traer a los hoteles de la zona numerosas caras conocidas.

El evento, que se prolongó hasta altas horas de la madrugada pasada, tuvo lugar en la finca Entrepuentes, propiedad de la presentadora de televisión, Ana Rosa Quintana, madre del novio. Allí poco antes de las 20.00 de la tarde comenzaron a llegar autobuses llenos de celebrities, que se escondían detrás de las lunas tintadas de los vehículos haciendo poco menos que imposible, a paparazzis y curiosos, averiguar de quien se trataba. A medida que pasaban los minutos iban saltando nombres entre los asistentes: Mario Vaquerizo, Bibiana Fernández; Alfonso Rojo (padre del novio); Iker Jiménez, presentador y director de Cuarto Milenio; Alessandro Lequio, Joaquín Prats; el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, el alcalde de Cuacos de Yuste, José María Hernández... y así hasta trescientos ocho invitados. Varios de ellos asistieron el viernes por la noche al cóctail, que tuvo lugar en el Parador de Turismo de Jarandilla de la Vera.

Por su parte, el alcalde de Cuacos comentó a este diario que este tipo de eventos "son positivos para la zona". Minutos después llegó a la finca Entrepuentes el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, que no hizo declaraciones de ningún tipo.

En la finca, el trajín para tenerlo todo a punto fue aumentando de ritmo a medida que se aproximaban las 17.00 de la tarde. El grupo musical que amenizó la velada afinaba voces y sonido, con los coros monocordes de las chicharras.

Alguien corre la voz de que los novios ya están dentro, "y uno saldrá de cada una de las casas"; pasa la estilista de la madre del novio... y así sucesivamente hasta completar el número de invitados.