Nunca es tarde para aprender y el Centro de Educación de Adultos de Cáceres Maestro Martín Cisneros de Cáceres es un buen ejemplo de ello. Aunque ha tenido que adaptar este curso sus espacios y diferentes sedes a la situación sanitaria, el centro sigue siendo un referente para sus distintos niveles formativos. Con cerca de 1.000 alumnos, el centro ha hecho un gran esfuerzo para adaptarse a la situación sanitaria y tiene 60 profesores distribuidos entre sus distintas Aulas para la Educación de Personas Adultas (Aepas) y el Centro Penitenciario de Cáceres. Precisamente, por esta última labor recibió recientemente la Medalla de Bronce al mérito social Penitenciario. Todavía está abierto el plazo de matrícula en muchas de sus disciplinas.

La directora, Araceli Rubio, indica que la pandemia no ha conseguido que el Centro de Educación de Personas Adultas se detenga: “A pesar de que estamos viviendo una situación difícil nuestros alumnos siguen manteniendo el deseo de aprender, de relacionarse y de buscar nuevas metas....tenemos listas de espera en la gran mayoría de enseñanzas”.

Las enseñanzas son variadas: Secundaria, FP Básica Taller de Reprografía, preparación de pruebas para el Grado Superior o la Universidad. Muchos son los alumnos que adquieren en el centro las Competencias Clave para la obtención de sus Certificados Profesionales.

En el ámbito de las enseñanzas no formales se encuentra el fomento de la lectura, idiomas (francés, inglés) braille, música e informática. De la misma manera, existe un Aula Mentor para que los alumnos puedan actualizarse en el mundo laboral.

No menos importantes son los proyectos que tienen en marcha, como Escuelas Saludables, Foros Nativos Digitales, Educación para el Desarrollo, Radio-Edu (y su proyecto propio Radio Cepa Cáceres que elabora contenidos útiles para la comunidad educativa), o Librarium. Gran expectación existe entre docentes y alumnos por la visita del escritor Lorenzo Silva, prevista para el próximo 18 de noviembre.

Los testimonios de los alumnos son esenciales para entender la dinámica de un centro que acoge a más de medio centenar de nacionalidades del mundo y personas de todas las edades. Nabil El Kasri es marroquí y su vida cambió desde que está en el centro donde lleva ya casi 3 años. Estudia español para extranjeros: “Me gusta la vida y la cultura de aquí. Me ha sido útil estudiar en el centro”.

Mamadou Lamanana Balde es de Guinea Conakry, donde estudió una carrera universitaria. En el Centro de Adultos ha realizado estudios diversos (español, competencias clave, acceso a la universidad para mayores) y en la actualidad estudia el grado de informática en la Uex. “No sabía nada de español, pero tenía muchas ganas de aprender que crecían cada año en el centro. Mi experiencia no ha podido ser más positiva. Ahora trabajo y estudio”.

A Yolanda Sánchez Pico, madre de familia numerosa, nunca le gustó estudiar. Actualmente estudia en el centro tercero de Enseñanza Secundaria Obligatoria para acceder a un módulo de formación profesional y cambiar el trabajo que desempeña en el mundo de la hostelería. “Me cuesta trabajo estudiar y estoy seguro de que sacaré provecho para ser algo más en la vida”.

Jorge Mansilla Rosas nació en Perú y afirma que está muy contento de vivir esta experiencia. En breve cumplirá su primer año en el centro, donde estudia competencias claves. “Estoy contento con los profesores. Tienen mucha paciencia enseñándonos. Antes no me gustaba estudiar y no me entraba nada. Ahora soy muy aplicado y aprendo nuevas cosas”. Está estudiando en el centro cívico del ayuntamiento, que es muy espacioso y donde se cumplen todos los protocolos anticovid.

Marisa Casasola Galán es una lectora empedernida. Asiste como alumna al taller de lectura desde hace ya diez años. Actualmente lee El mal de Corcira, de Lorenzo Silva.

Evaristo Ramos está matriculado en el taller de lectura, en un grupo de nueve alumnos que este año vuelve a repetir. “Tenemos un ritmo de lectura de un libro al mes y cada semana comentamos los capítulos que nos marcamos y todo se hace muy ameno porque todos tenemos la misma edad”, explica.

Justi Acedo Talavera cursa Cultura General y está muy contenta de recordar las cosas que ya se nos habían olvidado. “Somos un grupo muy ameno y todos nos llevamos muy bien. Antes hacíamos muchas excursiones y estamos deseando volver a hacerlas”, concluye.

Trinidad Rivero Rey tuvo que dejar sus estudios. “Pensé que por mi edad era imposible. Me enteré que podía estudiar Competencias Clave, que abren puertas para poder estudiar. Empecé hace cuatro años en el CEPA y he ido creciendo hasta estudiar ahora en el Instituto García Tellez comor técnico de emergencias sanitarias y ahora estoy trabajando en las ambulancias. Estoy muy agradecida al centro”.

Pilar Espada asegura que su experiencia es magnífica. Comenzó estudiando portugués y psicología positiva, después siguió con francés. “El profesorado es magnífico y las clases son fantásticas, donde se estudia teoría como práctica. Formamos los alumnos un grupo de cohesión de distintas razas, religiones y países. Me siento muy cómoda en el centro”.

Toda la información sobre matriculación está en la web http://cepacaceres.educarex.es.