Así se han mostrado los cuatro candidatos a la presidencia del Gobierno durante los 90 minutos de debate de RTVE.

PEDRO SÁNCHEZ: Institucional

El candidato del PSOE hizo más de presidente del Gobierno que de aspirante electoral. Apenas se salió del guion institucional y se parapetó en sus nueve meses de gestión para defenderse de las pullas de PP y Cs, pero sin una propuesta. Buscó sin éxito el cuerpo a cuerpo con Pablo Casado y rezumó incomodidad cuando este y Albert Rivera le apretaban con Cataluña.

PABLO CASADO: Desdibujado

Sin salirse del guion, el candidato del PP recurrió a su habitual aluvión de gruesas acusaciones, en algunos casos fundamentadas en afirmaciones falsas, para poner contra las cuerdas a Pedro Sánchez. Más descolocado en los bloques económico y social, recuperó fuelle cuando se habló de Cataluña y de las alianzas poselectorales.

PABLO IGLESIAS: Constitucionalista

Frente a las críticas de las derechas a la ideología de su partido, el candidato de Podemos dedicó todo el debate a reivindicar la Constitución, sobre todo los artículos sociales y económicos que cree que no se cumplen. Buscó la manera de escabullirse del debate territorial y quedó diluido entre los piques entre Pedro Sánchez y las derechas.

ALBERT RIVERA: Efectivo

El candidato de Ciudadanos fue el que se mostró más cómodo en un debate en que atacó también en muchas ocasiones al PP para tratar de situarse en el centro, táctica con la que sorprendió a Pablo Casado. Supo colocar con eficacia los mensajes y las propuestas cara a su parroquia logró el cuerpo a cuerpo con todos sus contrincantes.