Los servicios públicos no llegarán al nuevo hospital de Cáceres hasta que la primera fase no abra al completo. Así lo afirmó ayer la alcaldesa, Elena Nevado, quien subrayó que hasta el complejo de El Cuartillo no llegarán autobuses ni contará con recogida de basuras ni iluminación viaria hasta que no se hayan trasladado todas las áreas sanitarias que allí se prestarán. Asegura que lo hace porque estos servicios cuestan al mes 30.000 euros y no los pondrá en marcha hasta que no exista una fecha real de apertura.

El mes de enero es la momento que baraja la consejería de Sanidad para abrir al completo esta primera fase. Aunque los servicios irán trasladándose de forma paulatina, de tal manera que se espera que los primeros pacientes lleguen antes de que finalice este año (en principio se preveía que Oftalmología se trasladara durante este mes de noviembre, pero este plazo no podrá cumplirse).

Atendiendo a estas previsiones el ayuntamiento, según adelantó ayer Nevado, no modificará los contratos con las empresas concesionarias del autobús urbano (Subus) y de recogida de residuos (Conyser) hasta el próximo año. «No vamos a llevar autobuses que se encuentren con una puerta cerrada», advirtió la alcaldesa. «Si nosotros ya hubiéramos puesto en marcha los servicios necesarios de cara a la apertura del nuevo hospital cada mes estaríamos tirando 30.000 euros a la basura», añadió. El nuevo centro hospitalario comenzará a funcionar también sin el acceso principal, que aún no ha comenzado a construirse (para su ejecución ha sido necesaria la modificación del plan de urbanismo).

LA SOLICITÓ LA PLATAFORMA / Nevado realizó estas declaraciones tras mantener un encuentro con la plataforma pro hospital, al que también asistió el presidente del PP, José Antonio Monago. La reunión se llevó a cabo a petición del colectivo, que ha solicitado estos contactos por escrito a todos los partidos políticos con representación en la Asamblea. Su principal reivindicación es inversión para la construcción de la segunda fase (el presupuesto incluye solo una partida de 300.000 euros para la redacción del proyecto pero no contempla ninguna cantidad para licitar la obra. Las cuentas sí incluyen, no obstante, 5 millones para la obra de la primera fase).

«Queremos un presupuesto claro y digno», señaló el portavoz de la plataforma, Eduardo Corchero. Según sus cálculos ejecutar esta segunda fase supondría unos 30 millones de euros. Y recordó que el proyecto ya está ultimado y que existe incluso un plan funcional. «Solo falta la inversión». Monago se comprometió a presentar una enmienda parcial al presupuesto para que se incluya una partida.

De no modificarse los presupuestos la plataforma anuncia movilizaciones y una recogida de firmas para exigir esta segunda fase con el apoyo de los cacereños. De momento no han fijado fechas concretas para comenzar con estas reivindicaciones.

El colectivo ha enviado también cartas exigiendo la construcción de esta segunda fase a la Junta de Extremadura, al Servicio Extremeño de Salud (SES) y a la comisión de Sanidad.