Los intensivistas del complejo hospitalario de Cáceres alertan de que sin una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) en el nuevo hospital van a disminuir las donaciones de órganos. La coordinadora de trasplantes es competencia de esta unidad por lo que, en estos momentos, no existen profesionales que estén alerta de los fallecimientos por si cumplen los requisitos para ser donantes.

El equipo no tiene una estadística aún cerrada pero, según los datos que maneja el doctor Marcial Casares, especialista en Intensiva, desde que se abriera el nuevo hospital solo se ha realizado una donación de órganos en asistolia (a corazón parado), mientras que el año pasado se hicieron 14 de este tipo. «En el San Pedro de Alcántara hay una enfermera buscando planta por planta posibles donantes, en el nuevo hospital eso lo perdemos porque los posibles donantes pasan desapercibidos, nadie recae en ello», explica el médico.

El año pasado se realizaron en el San Pedro de Alcántara 41 donaciones de órganos. Fue el hospital que mayor número registró de toda Extremadura, donde en total hubo 100 donantes. «El San Pedro de Alcántara es el que ha puesto a Extremadura en el mapa de España en cuanto a donaciones y no podemos dejar perder eso», añade.

A esta situación se une, según denuncian estos especialistas, que en estos momentos en el nuevo hospital los pacientes con patologías graves (como pueden ser infartos de miocardio, ictus, problemas digestivos, pancreatitis,…) no están recibiendo la atención correcta. Insisten en que la unidad de cuidados postquirúrgicos, que sí funciona en el hospital Universitario (nombre que recibe el nuevo complejo) «nunca» puede sustituir a una UCI porque las competencias de cada una de ellas son diferentes. De hecho en el hospital San Pedro de Alcántara ambas unidades estaban ubicadas en espacios diferentes: por un lado la Reanimación, asistida por Anestesistas, y por otro la UCI, atendida por intensivistas.

«La Unidad de Cuidados Intensivos se define como una organización de profesionales sanitarios que ofrece asistencia multidisciplinar en un espacio específico del hospital para atender a pacientes que, siendo susceptibles de recuperación, requieren soporte respiratorio, soporte de al menos dos órganos o soporte por fallo multiórganico», afirman los intensivistas en un escrito . «Nuestro ámbito de actuación es distinto al de Reanimación y por eso hay que dejar claro que ambos servicios son necesarios y complementarios para dar una asistencia completa a todos los pacientes», insisten.

YA LO ADVIRTIERON / Ante esta situación, explica el doctor Casares, el equipo de Medicina Intensiva ya alertó al Servicio Extremeño de Salud (SES) de la necesidad de abrir una UCI en el nuevo complejo, más aún tratándose de un hospital quirúrgico. Hasta el momento el SES lo que ha decidido es destinar cuatro camas para UCI, compartiendo espacio con la unidad de cuidados postquirúrgicos. En cambio todavía no han entrado en funcionamiento por falta de personal. Se necesitaría contratar a tres intensivistas para cubrir los turnos, pero hasta el momento se ha contratado solo a uno. Este especialista trabaja en la UCI del San Pedro de Alcántara (fue contratado para la del nuevo pero allí no puede ejercer porque aún no se ha abierto esta unidad).

«El 20 de junio se nos comunicó que solamente iban a contratar a una intensivista (ya se ha hecho) y que no se podía contratar a nadie más. Como es obvio, con una sola persona y después de hacer muchas cuentas resulta imposible cubrir dos UCIs», asegura el especialista. Aún así los intensivistas creen que se necesitarían al menos seis camas para poder cubrir la atención de este área. La UCI del San Pedro de Alcántara continuará abierta hasta que se construya la segunda fase, cuando se prevé dotar al nuevo complejo de una unidad con 25 camas y de UCI pediátrica (ahora mismo en Cáceres no existe, los niños deben ser derivados al Materno Infantil de Badajoz).

Por su parte el SES asegura que «el hospital Universitario cuenta con una unidad de críticos que atiende con total normalidad la patología crítica, aunque es cierto que en una ubicación provisional hasta su emplazamiento definitivo, al lado de los quirófanos. Esa unidad está perfectamente atendida por los profesionales. La obra de la unidad de radioterapia (que se ejecuta ahora) aconsejaba, por la seguridad del paciente, no usar este espacio hasta que terminase por lo menos en la primera fase».