Medea. Así se llama el proyecto de investigación que persigue que el médico prescriba a cada paciente el medicamento adecuado según sus características genéticas y antecedentes personales y familiares; y que será financiado por el SES y el Ministerio de Sanidad con 5,5 millones de euros. Actuará en una primera fase en estudios de fármacos para tratar enfermedades cardiovasculares, cáncer y también el tratamiento de problemas de salud mental. Y es que hay entre un 10% y un 30% de la población que tiene unas características genéticas diferentes y que, por tanto, necesitan dosis diferentes para tratar sus dolencias. «Más medicamentos no es mejor, sino peor, porque genera más problemas de salud al paciente», señaló ayer el doctor e investigador principal del proyecto, Adrián Llerena, en la presentación de la iniciativa.

Medea actuará en dos ámbitos. Por un lado, se creará una base genética de pacientes; y, por otro, se integrarán los datos del estudio en el programa Jara. Todo ello hará que «en función de las características personales del paciente y del medicamento que le vaya a administrar, el médico tenga una especie de alerta en su ordenador sobre el riesgo de ese medicamento en esa persona, explicó el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles. ¿Qué se conseguirá con ello?, que «el médico trabajará de forma más segura y los pacientes ganarán en seguridad», aseguró.

Es una herramienta tecnológica que logrará aunar datos genéticos, analíticos, antecedentes personales y familiares e incidentes previos causados por interacciones medicamentosas. Este software y la base de datos asociada serán el producto de una labor de investigación de vanguardia que facilitará la labor del doctor de atención primaria, con el objetivo de garantizar la seguridad de la prescripción y evitar efectos adversos e interacciones con otros fármacos.

De este modo cuando un paciente esté en la consulta de atención primaria será posible acceder simultáneamente al conjunto de sus datos analíticos, los datos procedentes de estudios genéticos, sus antecedentes personales y familiares, ingresos previos relacionados con efectos adversos o interacciones derivadas del consumo de fármacos, y otras pruebas diagnósticas. El sistema informático generará un aviso y alertará del grado de riesgo que tenga un fármaco para esa persona; lo hará a través del sistema Jara, un sistema de información, centrado en el paciente, que ya reúne información de atención primaria y especializada.

Se trata, en definitiva, de «administrar un fármaco que se adecúe más a las características genéticas y personales de los pacientes», recalcó. Y es que un 12% de los pacientes que acuden a Urgencias lo hacen por problemas con los medicamentos; porque «no todos los medicamentos valen para tratar las mismas enfermedades a todos los pacientes».

De hecho, hay un 32% de fármacos comercializados que necesitan conocer el perfil del paciente, indicó Vergeles; y hay casi un 7% de los ingresados en hospitales que presentan interacciones medicamentosas.

«Es un gran proyecto de investigación, pionero en España y fuera de ella, para ganar en seguridad de los pacientes, evitando problemas con los medicamentos», insistió el consejero.

COMPRA PÚBLICA INNOVADORA // Además, se va a poner en marcha de manera novedosa, con la llamada «compra pública innovadora». Mediante este sistema, se creará una oficina técnica, se publicará en el perfil del contratante del Ministerio de Sanidad lo que se necesite en cada momento «y son las propias empresas las que se pondrán en contacto» para ofrecer sus propuestas, subrayó Vergeles.