La mayor preocupación de los cacereños es la seguridad en los traslados de enfermos desde el San Pedro de Alcántara hasta el nuevo hospital de Cáceres. Lo advirtió ayer el presidente de la Agrupación de Asociaciones de Vecinos, Alberto Iglesias, en su comparecencia en la comisión de Sanidad de la Asamblea de Extremadura, a la que asistió a petición del grupo parlamentario Podemos.

Hasta que abra la segunda fase estarán en funcionamiento estos dos centros hospitalarios, lo que obligará a realizar traslados de pacientes entre uno y otro. Para ir desde el San Pedro de Alcántara al nuevo hospital es necesario pasar por Miralrío. «Hasta que no se haga la ronda sureste va a ser un cuello de botella. La mayor preocupación de los cacereños ahora mismo es qué va a pasar cuando se lleve a una persona desde el San Pedro hasta el nuevo hospital», reiteró Iglesias. En esa vía suele haber atascos, por lo que a ciertas horas se puede tardar en llegar de un centro a otro hasta media hora. «Tenemos buenos profesionales pero las comunicaciones no son buenas», advierte.

El presidente del colectivo vecinal también criticó que la línea de autobús que llega hasta el hospital sea compartida por el campus. «No estábamos de acuerdo con esa línea porque es un refuerzo campus, va siempre de estudiantes hasta arriba y la última parada es el hospital. Estamos en contra de esa línea», señaló. Iglesias recordó que su puesta en marcha se decidió en la mesa del transporte, de la que él también forma parte, pero no hubo debate. «Cuando fuimos a la mesa de transporte del autobús ya nos dieron la línea 3 como única alternativa», afirmó representante vecinal.

A preguntas del diputado de Podemos, Obed Santos, Alberto Iglesias se refirió también a la mina de litio de Valdeflores que, de obtener las licencias para explotarse, estará a unos tres kilómetros del nuevo hospital. «Es un impacto muy grande tener una mina tan cerca de un hospital. La Agrupación está en contra de la mina».

Por otro lado, en su intervención exigió también que la segunda fase esté lista cuanto antes (la previsión del gobierno de Guillermo Fernández Vara es que el hospital funcione al completo en el año 2021). «Los cacereños lo que quieren es que esté hecho el hospital y que se dote de un presupuesto cada año para acabar esta segunda fase», aseguró. Para este año se han presupuestado 1,2 millones de euros, cantidad con la que se pretende licitar la redacción del proyecto. Sí se ha realizado el plan funcional de esta segunda fase; es decir, hay un esbozo de cómo será, pero aún no tiene proyecto. El colectivo vecinal advierte de que si no se cumplen los plazos harán movilizaciones.

Por su parte la diputada del PSOE, Catalina Paredes, afirmó que los traslados al nuevo hospital cumplirán los plazos y la primera fase abrirá al completo antes de que finalice abril. Señaló, además, que la línea que debería llegar al nuevo hospital debería haber sido la 8, porque esta tiene parada también en el San Pedro de Alcántara. El diputado popular, José María Saponi, criticó que no esté construido el acceso principal y dudó del funcionamiento de la subestación eléctrica. El de Podemos, Obed Santos, incidió en la necesidad de que se ejecute pronto la segunda fase.