El informe sobre el estado en el que se encuentra el centro de salud de la zona centro de Badajoz refleja que no corre peligro, aunque ahora hay que decidir si se repara o se construye un nuevo edificio, según ha informado hoy el gerente del Área de Salud de Badajoz del SES, Dámaso Villa.

La construcción de uno nuevo dependerá del coste temporal y económico, ha señalado con motivo de los problemas de grietas y cimentación que sufre el inmueble.

En cualquiera de los casos, ha añadido, habrá que desalojar el centro, por lo que bajaran varios sitios para el traslado como la propia Gerencia, el hospital Perpetuo Socorro o la Escuela de Salud de Pardaleras.

Para Villa es "vital" conocer primero si se va a arreglar el centro de salud y, en ese caso, cuánto tiempo llevaría la reparación, ya que todo indica que será la medida adoptada.

En este sentido, se han dado un plazo máximo de un mes para tomar una decisión puesto que ya han solicitado el presupuesto a la empresa de la reparación y de la nueva construcción.

"No hay ningún tipo de riesgo y el informe no menciona que haya que evacuar el edificio, aunque sí que hay que arreglarlo", ha agregado.

El Centro de Salud Zona Centro, que atiende a unos 20.000 habitantes, cuenta con 24 habitáculos y 40 trabajadores, más los del Centro de Drogodependencia de Extremadura (Cedex).

El gerente ha indicado los servicios se tendrían que mover a una zona del centro de la ciudad para la comodidad de sus usuarios, sobre todo personas mayores, y una de las posibilidades pasaría porque parte de la gerencia se trasladase a las instalaciones de la barriada de Cerro Gordo para dejar más espacio.

Por su parte, el responsable de mantenimiento del Área de Salud de Badajoz, Carlos Sánchez, ha explicado que el informe dice que lo que está afectado del centro es la base sobre la que se asienta la cimentación, que está hecha de rellenos antrópicos que no es tan consistente.

Ese relleno provoca que se hunda la cimentación de una manera desigual porque cede más de unos sitios que de otros, por lo que aparecen las fisuras.

La solución que propondría la empresa sería introducir micropilotes hasta la zona firme, que está a seis metros de profundidad, para que se comporte todo por igual.