Ha habido que esperar algo más de doce años para que los primeros pacientes estrenen las instalaciones del nuevo hospital, pero ayer ya fue una realidad. Había nervios entre directivos y profesionales pero todo fue sobre ruedas. Durante toda la mañana medio centenar de sanitarios atendieron a 122 pacientes en las consultas de neurocirugía, cirugía vascular, plástica, general y digestivo y anestesia. De las 21 consultas que se han trasladado a este centro hospitalario ayer solo estaban en funcionamiento 14, ya que cirugía torácica no tenía programada ninguna cita, la primera de esta especialidad se atenderá mañana.

Entre los pacientes, caras de sorpresa por las instalaciones. Puertas giratorias, grandes cristaleras, un hall enorme y tecnología puntera. El centro hospitalario agradó a los que pasaron por allí. «Se han quedado sorprendidos al encontrarse estas instalaciones con tanto colorido, me han dicho que parece más un hotel que un hospital», afirmó el director gerente del área de salud de Cáceres, Francisco Calvo, que se encargó de recibir a todos los pacientes, a los que entregó una botella de aceite de la tierra a modo de obsequio por ser los primeros en estrenarlo. «He tenido el honor de recibir a los dos primeros pacientes para darles la enhorabuena y la bienvenida, es un día para estar contentos», señaló Calvo.

Las consultas comenzaron a las 9.30 horas, aunque el hospital abrió antes de las 8.00. Se ha decidido ponerlo en funcionamiento precisamente un miércoles porque es la jornada en la que menos actividad hay en las consultas externas, ya que los miércoles se utilizan todos los servicios médicos y quirúrgicos para realizar sesiones clínicas a primera hora, por lo que el número de pacientes es más reducido al haber menos consultas.

HOY SE ESPERAN 200 / Precisamente por esta razón ayer solo pasaron por el hospital 122 enfermos. A partir de hoy se espera una media de 200 pacientes al día y de unos 2.700 al mes. El complejo se cerró a las 15.30 horas porque por la tarde no tenía consultas. A partir de esa hora se prohibe el acceso a todo el recinto para garantizar la seguridad de las instalaciones, que son vigiladas por celadores y personal de seguridad por la noche.

La primera paciente en acceder al nuevo complejo fue una niña de 14 años de Navalvillar de Pela, que acudió con su madre a una consulta de cirugía plástica. Venían desde la provincia pacense, ya que este servicio que se presta en la capital cacereña es de referencia regional. «Para nosotros es mucho más cómodo porque venimos directamente de la carretera a aquí y no hace falta que entremos en el centro de la ciudad», decía su madre a los medios de comunicación. Y es que ayer el hospital parecía más un plató de televisión, copado por los periodistas. La apertura del complejo es un día histórico para Cáceres.

El director gerente del área llegó a las 7.45 horas y ya estaba todo preparado. «La primera alegría que me la he llevado esta mañana cuando he llegado porque ya estaba el autobús aparcado en la puerta del hospital. Ya tenemos la seguridad de que tenemos transporte público para todos los pacientes», señaló. El bus funcionó durante toda la mañana, aunque no trasladó a ningún paciente hasta el hospital (sí recogió a una mujer en la puerta del centro que salía de una consulta).

Es la Línea 3 la que cubre el servicio. Tiene cabecera en la avenida Pierre de Coubertain y pasa cada 20 minutos (cada 40 por las tardes). En realizar el recorrido tarda unos 40 minutos porque pasa por cuatro de los centros de salud de la ciudad (San Jorge, Plaza de Argel, Zona Centro y Nuevo Cáceres).

Durante la jornada de ayer no se registró ningún fallo ni en los nuevos sistemas de gestión de citas ni en las instalaciones eléctricas. «El único fallo que ha habido es que a primera hora había un cristal roto en la sala de espera que hemos tenido que ordenar que se retire», afirmó Calvo a modo de anécdota. Y recordó que el complejo cuenta además con 130 placas solares en la azotea para generar energía y con otras 75 que se utilizan para calentar el agua.

Fuera del edificio había una ambulancia del 112 para trasladar a los pacientes en caso de cualquier imprevisto. Ya en el interior cuatro celadoras se encargaban de informar a los usuarios sobre cómo gestionar sus citas en las nuevas máquinas y de dirigirlos hasta las salas de espera de las consultas. «Los pacientes vienen ilusionados porque el hospital es precioso, amplio, luminoso y muy funcional», afirmaban las celadoras. En la sala de espera aguardaban su turno. Y dentro de las consultas les esperaba su diagnóstico. Bueno o malo salían con la esperanza: «Que sirva para curarnos, que para eso está», afirmaban.