El consejero de Sanidad, José María Vergeles, insistió ayer en que el plan de traslado al nuevo hospital se hará con todas las garantías. «Lo primero que mueve al SES (Servicio Extremeño de Salud) es la seguridad del paciente», afirmó. El titular de Sanidad aseguró que existe un plan funcional de traslado que ha llevado a cabo el SES junto con una empresa especializada en estos asuntos. El programa ya se ha mostrado a los jefes clínicos de los servicios quirúrgicos tanto del hospital Nuestra Señora de la Montaña como del San Pedro de Alcántara. También al servicio de Digestivo y a los servicios centrales, como Anatomía Patológica o Laboratorio, al tratarse de las áreas que se trasladarán al completo al nuevo complejo hospitalario (aunque algunas de estas estarán duplicadas y se prestarán también en el San Pedro de Alcántara).

José María Vergeles insiste además en que a todos los sanitarios se les mostrará este plan y conocerán el nuevo hospital y su funcionamiento antes de que abra sus puertas. Y añade que «seguimos escrupulosamente lo negociado con las organizaciones sindicales en la mesa sectorial de sanidad para que no se vulnere ningún derecho». Recuerda asimismo que el SES se sentará a negociar con los sindicatos, pero lo hará después de que se celebren las elecciones, el próximo martes. «Somos conscientes de que nos tenemos que reunir con las juntas de personal y con las organizaciones sindicales pero hemos querido ser respetuosos con las elecciones porque eso puede modificar la composición de la mesa sectorial de sanidad», dice.

Insiste, por otro lado, en que ofrecer una fecha exacta de apertura del nuevo complejo hospitalario resulta complicado. Abrirá sus puertas cuando todas sus instalaciones funcionen correctamente, para que su apertura se haga con todas las garantías de seguridad. Los técnicos ya han revisado la obra civil, que concluyó hace una semana y que se recepcionará en los próximos días.

LA INSTALACIÓN ELÉCTRICA / El SES está pendiente ahora de cotejar toda la instalación eléctrica, que lleva sin tocarse desde hace años, ya que cuando el equipo de Vergeles retomó la obra del hospital (estuvo parada cuatro años) estas ya estaban construidas. Cabe recordar que cuando se reanudó la ejecución solo faltaba completar el 10% de la misma.

Así, lo que se hará ahora es dotar al hospital de la potencia eléctrica necesaria para probar estas instalaciones. Su funcionamiento marcará el traslado, es decir, se irán llevando los servicios donde la puesta en marcha de las instalaciones haya sido cotejada. Esta es una de las razones por las que aún no se ha decidido qué servicios se trasladarán primero. «Puede que se vaya haciendo el traslado por áreas. Si primero funcionan las instalaciones de las consultas externas, se trasladarán las consultas externas», adelantó.

La previsión es que a mediados del mes de diciembre se haya recepcionado la obra civil y se hayan legalizado las grandes instalaciones eléctricas. El siguiente paso será solicitar licencia de apertura y ocupación del edificio al Ayuntamiento de Cáceres. Con el objetivo de abrir el hospital a lo largo del mes de enero. «Pedimos perdón porque no podemos ser más precisos» incidió.

Por otro lado el consejero quiso aclarar que no se privatizará ningún servicio. Los sindicatos denunciaron que el nuevo hospital no contaría con personal calefactor. Lo niega y aclara que la empresa constructora ofreció como mejora en el contrato prestar en el nuevo hospital durante unos meses este servicio a través de sus técnicos. «Van a acompañar y a formar al personal en el uso de las instalaciones nuevas».