Como manda la tradición local, el Domingo de Ramos, Monesterio quemó los Judas. Una costumbre recuperada por la asociación ecologista Cúriga, quienes desde hace quince años elaboran y queman sus muñecos rellenos de paja y petardos, «para dar la bienvenida a la primavera, quemando todo lo malo que haya podido tener el año», explica Juan Carlos Giraldo, miembro de este colectivo.

Este año ardieron seis Judas. El primero de ellos durante la procesión del Resucitado y la Virgen de los Milagros. El resto esperó hasta que se produjo el Encuentro, en la Plaza del Pueblo, en una alegre procesión que cierra el largo itinerario de la Semana Santa Monesteriense. Después de la entrada de Jesús Resucitado y la Virgen en la Parroquia se quemaron el resto de muñecos, a la espera de incinerar al ‘Judas Remolón’, que como manda la costumbre, se hizo esperar.

La localidad cierra su Semana Santa con seis recorridos procesionales, que desfilaron desde el Martes Santo al Domingo de Pascua. Este año, según la organización ha destacado «la participación», tanto en los actos litúrgicos, como en los recorridos de Cristos y Vírgenes por las calles de la localidad. Otra característica esencial de esta Semana Santa ha sido, sin duda, la presencia, en todas y cada una de las procesiones el recuerdo constante a nuestra vecina desaparecida Manuela Chavero, a la que se han dedicado levantás, entradas en el templo, paradas, o la presencia de lazos verdes en las imágenes y los costaleros.