Pasados escasos minutos de las doce de la noche ya se pudo escuchar el sonido de las vilortas para alertar de la cercanía de un Empalao. Y así, durante toda la noche hasta el alba, sin saber con certeza su número exacto.

Este ancestral rito, víctima de variadas y numerosas modificaciones, volvió a repetirse con la misma intensidad y demostración de fe, señal de penitencia o agradecimiento por parte de quienes deciden demostrarlo de este modo tan especial.

A las once en punto de la noche, en la Iglesia de Nuestra Señora de Fuentes Claras, tuvo lugar el Canto de la Pasión y Hora Santa. Un coro formado por alrededor de una quincena de mujeres cantó, a dos voces, un romance con versos de Lope de Vega.

Materiales naturales nobles presentes, de algún modo, en Empalao y su ritual. Piedra, en el suelo que pisa durante el recorrido. Agua, que surca las calles valverdanas mientras lo acompaña. Piel, de sus pies descalzos y su cuerpo semidesnudo. Algodón blanco, pureza en enaguas y estolas. Esparto, unos setenta metros de cuerda que envuelven tronco y brazos. Madera, en el timón de arado que le deja en cruz y en la corona de espinas de naranjo que sujeta el velo que oculta su rostro y preserva su intimidad. Hierro, en las vilortas que lo equilibran. Acero, en las espadas que sobre su cabeza apuntan al cielo.

Es a partir de la mayoría de edad aproximadamente, cuando los valverdanos pueden salir como Empalaos o Nazarenas y sin límite de edad, pues más bien, éste lo establece la salud y el estado físico de cada quien para soportar esta penitencia.

Los pronósticos de afluencia de visitantes curiosos por descubrir esta celebración no han errado. Se habilitó el campo de fútbol para facilitar el aparcamiento, pero aún así, la carretera estaba abarrotada, lo que indica, el gran atractivo turístico que, a niveles religioso, cultural e histórico, supone este acontecimiento dentro y fuera de nuestras fronteras.

El horario de visita del Museo de Los Empalaos se ha modificado, hoy viernes estará abierto de doce a tres y de cinco a ocho de la tarde. Y su Centro de Interpretación y Casa Verata permanecerá abierto de doce a dos por la mañana y de seis a ocho de tarde.