El peligro de desbordamiento de uno de los lagos formados tras el terremoto en China puede obligar a la evacuación de 1,3 millones de personas. El mayor temor se concentra en Tangiajshan, uno de los 30 lagos nacidos por los derrumbamientos que obturan el curso de los ríos. China desmintió ayer que ya se hubiera dado la orden de desalojo, como había anunciado la agencia Xinhua horas antes. "Solo habrá evacuación en caso de que se derrumbe la ribera del lago", dijo un funcionario a la agencia AP. Casi 200.000 personas han sido desplazadas desde el seísmo. El Gobierno elevó ayer la cifra de muertos y desaparecidos a más de 87.000.

El Ejército tiene previstos varios simulacros para preparar una hipotética evacuación masiva. Hoy se llevará a cabo uno en Mianyang, ciudad de 5,3 millones de habitantes, muchos de los cuales viven en áreas rurales. El Ejército ha conseguido remover la tercera parte de la tierra y rocas que aprisionan el lago Tangjiashan. El nivel del agua está a 23 metros de la barrera de contención, que podría venirse abajo si el agua la alcanzara, según la opinión de los expertos. "Hemos conseguido abrir una brecha por la que puede escapar el agua y aliviar así la presión del lago. Tenemos plena confianza en resolver el problema", aseguró ayer una autoridad oficial, quien explicó que no se esperan grandes lluvias en 10 días.

VIAS DE ESCAPE Las tropas también han abierto caminos por si tuvieran que huir rápidamente ladera arriba. El aguacero del jueves impidió el despegue de helicópteros, así que un millar de soldados tuvo que cargar 10 toneladas de combustible para las máquinas excavadoras.

Además del peligro de los desprendimientos, China se enfrenta al riesgo radiactivo de sustancias acumuladas en el curso bajo del lago. Los soldados trasladaron ayer 99 fuentes radiactivas en vehículos sellados y grúas a una zona a 300 kilómetros de Mianyang, según el diario Beijing Times . El jueves, 5.000 toneladas de productos químicos fueron conducidas a lugar seguro.

Japón canceló ayer el envío de un avión militar cargado de material para las víctimas tras considerar "la preocupación expresada por algunos sectores en China", señaló el ministro portavoz del Gobierno nipón, Nobutaka Machimura. Ese avión iba a ser la primera presencia militar japonesa en suelo chino desde la segunda guerra mundial, y muchos habían manifestado su indignación en los foros de internet. En lugar del avión militar, Japón fletará un vuelo chárter con las medicinas y tiendas de campaña pedidas por Pekín.