ADICTO A LA MORFINA. El anestesista Juan Maeso estaba en la cima profesional cuando varios trabajadores de Iberdrola y Telefónica operados en La Salud pidieron una investigación tras resultar infectados. De todo el personal de la clínica, solo el anestesista dio positivo. Pronto se supo que corría el rumor de que era adicto a la morfina.

PRISION PREVENTIVA. Temido y respetado como jefe de anestesia de La Fe, Maeso pudo actuar entre 1988 y 1998 sin que nadie lo denunciara. Cuando estalló la alerta, nadie fue capaz de explicar dónde estaban los controles. Ahora, con 66 años e inhabilitado, solo queda por saber si el médico irá a la cárcel. Los recursos pueden impedirlo, aunque el fiscal estudia pedir prisión preventiva.