La cantidad de cocaína que se incauta habitualmente en los contenedores frigoríficos que viajan a la Península oscila entre 100 y 500 kilogramos, con lo que el alijo apresado en Portugal es 10 veces mayor de lo normal. El sistema más usado es el del gancho ciego, que consiste en meter la droga a última hora en mochilas o paquetes dentro del barco sin mezclarlo con la mercancía. En cambio, en este caso iba en las cajas.