Un 11,5% de las mujeres que fueron asesinadas fruto de la violencia machista en el primer semestre de este año habían renunciado a la orden de protección. El dato que contrasta con el mismo periodo del año pasado, en el que ninguna de ellas prescindió de esta medida.

El delegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, ha vinculado esta situación con el incremento de la "minimización del riesgo", tanto por parte de la víctima como de su entorno, en 4,3 puntos con respecto al mismo periodo de 2008 -7,7 puntos frente a los 3,4 del año pasado-.

Lorente ha achacado esta "relajación" a un posible exceso de "confianza en el sistema", ya que un 38,5% de las fallecidas había presentado una denuncia previa entre enero y junio de este año frente al 27,6% del mismo periodo del 2008. Ninguna retiró la acusación cuando el pasado año lo hicieron un 6,9%.