Otra jornada de luto para la aviación civil. Un total de 143 personas murieron al estrellarse ayer un avión de la aerolínea Mandala contra una zona residencial de Medán, la tercera ciudad de Indonesia. El Boeing 737-200, con 117 personas a bordo, cayó un minuto después de despegar del aeropuerto de Medán, en Sumatra, y se partió en pedazos, a 500 metros de la pista de despegue.

Un total de 39 de las víctimas mortales eran personas que se encontraban en el área urbana contra la que impactó el avión, informa Reuters. En cambio, sobrevivieron 12 pasajeros que viajaban en la cola del aparato. Sus testimonios revelaron algunos de los detalles ocurridos momentos antes del accidente.

Los pasajeros oyeron una fuerte explosión en la parte delantera del avión segundos después de despegar, tras la cual el aparato giró bruscamente hacia la izquierda y empezó un rápido descenso, antes de estrellarse contra el suelo y arder. Según la agencia de noticias Antara, el morro del aparato tropezó con el tendido eléctrico.

Entre los fallecidos en el aparato está el gobernador de Sumatra del Norte, Rizal Nurdin, el exgobernador Raja Inal Siregar y dos parlamentarios.

La caja negra del avión fue recuperada y el Comité Nacional de Seguridad en el Transporte inició una investigación para aclarar las causas del accidente. Por el momento, se desconoce si se debió al mal tiempo o a un problema técnico.

Mandala es una de las muchas compañías que operan a bajo coste. La aerolínea, inaugurada en 1969, ha sufrido numerosos problemas financieros en los últimos años, que han obligado a recortar rutas y a reducir tarifas para hacer frente a la fuerte competencia del sector.