Más de un tercio de los 400 profesores de Teología católica de habla alemana radicados en Alemania, Austria y Suiza han suscrito un manifiesto en el que reclaman el fin del celibato y reivindican el sacerdocio femenino y la participación de los creyentes en la elección de obispos. El comunicado, dirigido a los obispos alemanes y al Papa, exige una reforma en profundidad de las estructuras eclesiales.

Se trata de la sublevación de mayor envergadura que surge desde las filas de los teólogos alemanes desde que, en 1989, una iniciativa similar reunió hasta 220 adhesiones para mostrar su contrariedad por el rumbo adoptado por la Iglesia bajo el mandato de Juan Pablo II.

Una de las promotoras del manifiesto, Judith Könemann, aseguró ayer al rotativo alemán Süddeutsche Zeitung, que dio a conocer la rebelión, que inicialmente se planteó reunir medio centenar de firmas, pero que el eco de la propuesta demuestra el interés por no permanecer indiferente ante los escándalos de la pederastia. Entre los que se han añadido a la propuesta figuran teólogos progresistas con una larga trayectoria reivindicativa que esta vez han contado con el complicidad, incluso, de algunos conservadores. El diario sostiene que la cifra de adheridos sería mayor de no haberse propagado el miedo a las represalias.

Pese al temor de algunos, la Conferencia Episcopal Alemana encajó ayer la crítica con un actitud constructiva, calificándola de "aportación" a la discusión sobre el futuro de la fe y la Iglesia en Alemania. El memorando, según dijo un portavoz de los prelados, ±no supone más que un primer pasoO en el debate abierto tras los escándalos de pederastia. "No se pueden evitar los temas conflictivos", agregó.

El documento también crítica el "rigor" con el que en ocasiones se comporta la jerarquía eclesiástica con aquellos que se apartan de las creencias de la Iglesia católica.