Al menos 149 médicos y enfermeros de Taiwán han roto filas y presentado su dimisión por miedo al síndrome respiratorio agudo grave (SARS) en los hospitales Ho-Ping de Taipei y Chang Gung de Kaohsiung. Las renuncias masivas reflejan el pánico que vive el gremio tras la muerte de dos médicos y cuatro enfermeras y el contagio de varios centenares de miembros del personal sanitario.

"No nos negamos a cuidar a los enfermos, pero hemos perdido la confianza en el sistema sanitario", aseguró una de las enfermeras de Chang Gung que se retira.

Las autoridades taiwanesas admitieron ayer que la situación está fuera de control y que se han disparado los contagios sin origen identificado, lo que ha desatado la alarma social. Oficialmente se han registrado 344 enfermos, de los que 40 han fallecido.

MEDIDAS EN ESPAÑA

En España, el comité de expertos para la seguridad en las transfusiones, compuesto por representantes del Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, estudiará hoy la posibilidad de impedir la donación de sangre a las personas llegadas a España desde países afectados por el SARS. La OMS no ha registrado ningún contagio por donaciones de sangre o productos derivados, pero se ha detectado una pequeña presencia del virus en la sangre hasta 10 días después de la aparición de síntomas en los enfermos.

De aprobarse, la prohibición de donar sangre tendrá una duración de tres meses, el tiempo que llevará a la OMS descartar que el virus de la neumonía se transmite también por los fluidos.

"La seguridad debe estar por encima de todo. La medida sería imperceptible, ya que no afectará a más de un centenar de los dos millones de donantes activos. En cualquier caso, no debe producir alarma en la población", aseguró Martín Manceñido, presidente de la Federación de Donantes.