Quince inmigrantes subsaharianos, entre ellos nueve niños de edades comprendidas entre los doce meses y los cuatro años, han muerto durante su travesía hacia España en patera, según el testimonio de los 34 supervivientes, que soportaron más de cinco días en alta mar. Estas 34 personas, entre las que se encuentran un bebé y trece mujeres -tres de ellas en estado de gestación- fueron rescatadas durante la noche de ayer a unas treinta millas náuticas al sur de Punta Sabinal, en el poniente almeriense, por una patrullera del servicio marítimo de la Guardia Civil, ha informado el instituto armado.

La operación de búsqueda de la embarcación, una zodiac de poco más de seis metros de eslora que partió hace al menos cinco días desde un punto indeterminado del norte de África, arrancó horas antes, si bien el rastreo iniciado por las autoridades no fructificó hasta que, ya al atardecer, la tripulación de un velero facilitó la posición exacta de la lancha. Una patrullera del servicio marítimo logró avistar la patera, que navegaba a la deriva tras haberse estropeado el motor, y transbordó a 35 ocupantes, una de las cuales pereció antes de su llegada a las 23.55 horas de ayer miércoles al puerto de la capital, desde donde el cuerpo fue trasladado al Tanatorio.

Durante el trayecto, los supervivientes indicaron a los agentes que en la lancha viajaban otras trece personas que murieron durante la travesía y cuyos cuerpos fueron arrojados al mar. Tras prestar asistencia sanitaria a los ocupantes de la patera, la mitad de los cuales llegaron a puerto en "muy mal estado" -las camillas preparadas en dependencias portuarias no fueron suficientes y tanto voluntarios como agentes tuvieron que trasladar en brazos a los inmigrantes malheridos- Francisco Vicente, coordinador provincial de Cruz Roja, informó a los periodistas de que nueve de los fallecidos en alta mar son niños.

Estos, de edades comprendidas entre los doce meses y los cuatro años, viajaban en la patera junto a sus madres, a las que los voluntarios de la institución prestaron apoyo psicológico tras su llegada a Almería, puesto que estaban sensiblemente afectadas por lo ocurrido. Del nutrido grupo de pequeños que iniciaron el viaje hacia España, solo uno logró llegar a tierra, aunque lo hizo con graves quemaduras en la piel, alta temperatura y dificultades para respirar, por lo que fue trasladado a un centro hospitalario junto a, al menos, otros seis inmigrantes.

Poco antes de que la Guardia Civil lograra rescatar a los ocupantes de esta embarcación, los agentes, en colaboración con Salvamento Marítimo, interceptaron a 14 millas al este de la Isla de Alborán otra patera en la que viajaban treinta personas que, en este caso, presentaban buen estado. La tragedia narrada por los 34 inmigrantes subsaharianos, la mayoría de los cuales no lograban tenerse en pie tras llegar a tierra, se ha producido después de que, el pasado 7 de julio, catorce personas de nacionalidad nigeriana, entre ellas un menor y cuatro mujeres, desaparecieran al volcar frente a las costas de Motril (Granada) la patera en la que viajaban a consecuencia del fuerte oleaje.