De las 18 familias (46 personas) desalojadas de sus viviendas, sólo las dos que viven en la número 62 de la rambla del Fondo podrán volver a sus pisos en dos o tres días, en cuanto se reanude el suministro de agua, gas y electricidad. Las 16 restantes serán realojadas en pisos protegidos durante meses e incluso años, ya que el número 66 debe ser derribado por completo y reconstruido de nuevo.

Técnicos municipales deben evaluar si los números 64 y 68 y la casa unifamiliar ubicada detrás de este último pueden salvarse. Aunque finalmente no tengan que derribarse, las obras de rehabilitación durarán meses. El número 66 es el más afectado. Será derruido.