Dos amigos heterosexuales anunciaron su intención de casarse para disfrutar de los beneficios fiscales que tendrían como matrimonio tras la reciente aprobación de la ley que aprueba las bodas gays en Canadá. Los dos hombres, que hicieron pública su intención a través de los diarios, finalmente desistieron de su propósito tras la polémica ocasionada. Canadá es el cuarto país tras Holanda, Bélgica y España, que ha reconocido los matrimonio entre personas del mismo sexo.

Bryan Pinn, de 65 años, y Bill Dalrymple, de 56, ambos divorciados y amigos desde hace más de 20 años, decidieron casarse tras una noche de copas en un bar para poder "comprarse una casa y vivir juntos", una medida que, aseguran, les ahorraría impuestos. La pareja envió una carta al diario Toronto Sun exponiendo sus intenciones, lo que provocó un alud de reacciones, la mayoría adversas, como tacharles de "herejes" y "homófobos". Ahora se han desdicho.

RECURSO JUDICIAL En Burgos, la juez responsable del Registro Civil, María Luisa Miranda de Miguel, ha iniciado los trámites para plantear un recurso de inconstitucionalidad sobre la los matrimonios homosexuales, tras recibir la primera petición de dos mujeres.